La huerta ha empezado a producir calabacines, lo que nos obliga a ser creativos a la hora de incorporarlos a nuestro menú. En Bezzia el calabacín ha sido protagonista de numerosos entrantes como la tarta salada de calabacín y queso de cabra o los ravioli de calabacín y gambas, pero nos faltaba un incorporarlo a un postre.
Y decimos nos faltaba porque hoy os invitamos a probar este bizcocho de calabacín. Un bizcocho húmedo y muy tierno perfecto para el desayuno o la merienda que podéis conservar hasta 4 días como el primero. En la receta original lo completaban con un glaseado de limón, podéis añadirlo o prescindir de el, como nosotras.
Ingredientes
- 135 g. de una mezcla de almendras y nueces
- 280 g. de harina
- 1 cdta. de levadura química
- 1/2 cdta. de bicarbonato sódico
- 1 cdta. de sal
- 2 cdtas. de canela molida
- 1/2 cdta. de nuez moscada molida
- 3 huevos L a temperatura ambiente
- 350 g. de azúcar blanquilla
- 250 ml. de aceite de oliva
- 300 g. de calabacín rallado
Paso a paso
- Precalienta el horno a 200ºC y forra con papel de hornear un molde.
- Tritura los frutos secos dejando algunos trocitos visibles. Reserva.
- Pesa la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal y las especias y tamízalas. Resérvalas en un bol.
- Ralla el calabacín y reserva.
- En un bol bate los huevos con el azúcar y el aceite de oliva, hasta que esponjen y blanqueen.
- Agrega los ingredientes secos tamizados y mezcla con una espátula, con movimientos envolventes, hasta que la mezcla sea homogénea.
- Incorpora el calabacín y los frutos secos y mezcla bien.
- Vierte la mezcla en el molde y hornea durante 45-50 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta veas que está hecho.
- Saca del horno el bizcocho de calabacín y deja reposar unos minutos antes de desmoldar sobre una rejilla para que se enfríe por completo.
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