Tener un sistema que permita identificar con facilidad entre los alimentos procesados aquellos mas o menos saludables no parece mala idea, ¿verdad? Con ese objetivo surgió nutri-score sin embargo cuando España decidió adoptarlo generó polémica. ¿Por qué? ¿Como funciona nutri-score?
Nutriscore es una especie de semáforo nutricional que antes que nosotros aprobaron países como Francia, Holanda o Alemania. Cuanta con muchos partidarios pero también detractores que piensan se podría mejorar para mejorar así realmente los hábitos alimentarios de las personas que quieren hacer un cambio. ¡Hablamos de todo ello en Bezzia!
¿Qué es Nutriscore?
Este sistema funciona como un semáforo de colores en la que el verde (A) representa las elecciones más saludables y el rojo (E) las que menos. El abanico lo completan el verde claro (B) o saludable; el amarillo (C), ni bueno ni malo y el naranja (D), poco saludable.
¿Cómo funciona?
El sistema está basado en un algoritmo utilizado para la implementación de distintas políticas nutricionales en varios países en el mundo. Distingue así entre productos con un mejor y peor perfil nutricional, pero únicamente dentro de una misma categoría.
La puntuación que da lugar a la catalogación de cada producto se obtiene de un cálculo que tiene en cuenta el porcentaje de determinados componentes cuyo consumo debe promoverse (frutas, hortalizas, proteínas, fibra, aceite de oliva…) o cuyo consumo debe limitarse (grasas saturadas, azúcares, sal…), por cada 100 gramos o 100 mililitros de producto.
¿Por qué ha generado polémica?
Muchos sectores han señalado que este sistema no es un sistema perfecto y que debe ser matizado y mejorado para que su beneficio sea real. La mayoría se quejan de que no es claro, ya que está calculado sobre porcentaje de determinados nutrientes valorando estos cuantitativamente sobre 100 g. o 100 ml, sin considerar la porción ni la frecuencia de consumo.
Así como entre aquellos productos catalogados con la A o la E esto no genera un gran problema, las clasificaciones intermedias pueden llevar a engaño. Y es que en aquellos productos en los que se juega con porcentajes de nutrientes favorables muy positivos, se tiende a perdonar algunos negativos como el azúcar. De hecho, para que el algoritmo te penalice con la máxima puntuación negativa por el azúcar, el producto debe contenerlo hasta en un 45%.
Estas y otras circunstancias a la hora de dar prioridad o valorar mejor o peor un componente lleva a etiquetados sorprendes. ¿Cómo se explica si no que el aceite de oliva puntúe peor que una Coca-Cola? ¿O el chocolate negro que unos cereales azucarados?
Conclusión
Si bien el sistema nutri-score tiene un buen objetivo y puede llegar a ser una estupenda herramienta para de forma sencilla educar al consumidor sobre la conveniencia o no de determinados productos, por el momento puede resultar confuso en ocasiones y llegar a engaños.
Por eso, lo ideal es recurrir principalmente a frutas, verduras, legumbres y otros productos integrales o frescos para completar la base de nuestro menú, reduciendo a un consumo ocasional el de los alimentos procesados.