Con la llegada del verano, las actividades en el agua se duplican, y con ello, aumentan las posibilidades de desarrollar afecciones como la otitis externa, también conocida como otitis del nadador. Aunque su incidencia es mayor en esta época del año, también afecta a personas que acuden regularmente a piscinas, independientemente de la estación.
La otitis del nadador se define como una infección en el conducto auditivo externo, que conecta el tímpano con la parte externa de la cabeza. Esta afección surge cuando el ambiente húmedo del oído estimula el crecimiento de bacterias u hongos, pero otras causas también pueden contribuir a su desarrollo.
Causas principales de la otitis del nadador
La otitis externa, generalmente provocada por bacterias, afecta al conducto auditivo externo, dejando vulnerables sus defensas naturales. Entre estas defensas está la cera auditiva, que actúa como barrera para evitar infecciones. Sin embargo, diversos factores pueden comprometer esta protección natural.
La causa más común de la otitis del nadador es la acumulación de agua en el oído, generalmente tras nadar o ducharse. La humedad que persiste en el conducto auditivo crea un entorno ideal para el desarrollo de microorganismos.
Otra causa habitual es el daño en la piel del conducto auditivo. Este puede ocurrir al introducir objetos como hisopos, clips u otros elementos en el oído, o al rascarse con los dedos, lo que lesiona las barreras naturales del oído.
Además, la exposición a agua contaminada en piscinas, ríos o playas puede permitir que bacterias y hongos invadan esta zona del cuerpo. Si bien esta causa es menos frecuente, se debe considerar en entornos con condiciones sanitarias dudosas.
Consejos efectivos para prevenir la otitis del nadador
La prevención juega un papel crucial en la protección contra esta afección, especialmente para quienes tienen antecedentes de otitis o son propensos a ella. Sigue estos consejos para reducir significativamente el riesgo:
- Utiliza gorros o tapones protectores al nadar, especialmente en aguas públicas o con alto contenido microbiológico. Estos elementos impiden la entrada de agua en el conducto auditivo.
- Asegúrate de nadar en aguas limpias y bien tratadas. Evita aquellas con señales de contaminación o advertencias de salud pública.
- Después de bañarte, seca bien tus oídos. Inclina la cabeza hacia ambos lados para expulsar el agua. También puedes usar una toalla limpia o un secador de pelo en baja potencia.
- Consulta a tu médico sobre el uso de gotas secantes. Estas suelen estar basadas en soluciones que ayudan a prevenir infecciones.
- Evita introducir objetos o rascarte los oídos, incluso en caso de picazón. En su lugar, acude a un especialista si persisten molestias.
Síntomas: cómo identificar la otitis del nadador
Los sintomas de la otitis externa pueden variar según la etapa de la infección:
- Fase inicial: se experimenta enrojecimiento del oído, picazón leve y secreciones claras al tocar el oído.
- Fase intermedia: el picor se intensifica, acompañado de dolor moderado. Puede haber obstrucción parcial del canal auditivo debido a la inflamación o acumulación de fluidos.
- Fase avanzada: el dolor se vuelve intenso, afectando incluso la mandíbula y el cuello. Aparecen fiebre y una pérdidas de audición significativa debido a la inflamación severa.
Opciones de tratamiento: recuperar la salud auditiva
El tratamiento de la otitis del nadador dependerá del grado de la infección. Los pasos más comunes incluyen:
Drenaje del canal auditivo: Si el médico detecta acumulación significativa de líquidos o inflamación, utilizará instrumentos especializados para limpiar el oído.
Receta médica: En la mayoría de los casos, se administran gotas para los oídos que combinan antibióticos, esteroides para reducir la inflamación y, en algunos casos, un componente antifúngico.
Mechas absorbentes: Si el conducto está muy inflamado, el médico puede insertar una pequeña gasa absorbente para ayudar a que las gotas lleguen hasta el fondo.
Analgésicos: Para aliviar las molestias iniciales, se recomienda el uso de ibuprofeno o paracetamol bajo supervisión médica.
En casos avanzados o recurrentes, se pueden recetar antibióticos orales y realizar pruebas de cultivo para identificar el microorganismo causante. Es fundamental no interrumpir el tratamiento antes de tiempo para evitar recaídas o resistencia bacteriana.
Ante los primeros síntomas, busca atención médica para evitar complicaciones graves, como infecciones crónicas o daños en la audición. Aunque la otitis externa no suele causar problemas mayores, en situaciones extremas puede extenderse a otras áreas cercanas.
La otitis del nadador, aunque incómoda, es una afección tratable y prevenible. Adoptando medidas de higiene adecuadas y prestando atención a las señales de tu cuerpo, podrás disfrutar del agua sin preocupaciones.