Hígado graso. Cómo curarlo de forma natural.

El estilo de vida que llevamos y lo que comemos influye en todo nuestro organismo. En este caso no es una excepción. El hígado graso es una de las enfermedades que afecta a un número cada vez mayor de personas. Aquellas personas que sufre de diabetes tipo 2, lo más común es que tengan hígado graso.

Es por eso, que hoy vamos a hablar de qué es y cómo revertirlo de forma natural.

¿Porqué se vuelve graso nuestro hígado?

Al contrario de lo que pueda parecer, debido a su nombre, el hígado no se vuelve graso al consumir una gran cantidad de grasas (en cualquier caso, hay que consumir grasas saludables), sino por el consumo de carbohidratos, azúcares, fructosa, etc. 

Podemos diferenciar dos tipos de hígado graso:

  • El hígado graso por alcohol, también llamado esteatosis hepática alcohólica.
  • El hígado graso no alcohólico.

En el último caso está relacionado con nuestra alimentación. Consumimos una gran cantidad de alimentos que una vez ingeridos nuestro cuerpo los convierte en glucosa o fructosa. La primera, se puede procesar y guardar en nuestros músculos y en el hígado. Sin embargo, esta cantidad es limitada y normalmente consumimos un exceso de glucosa que el hígado debe eliminar. Por otro lado, la fructosa no tiene un uso en nuestro organismo y por tanto nuestro hígado debe eliminarla. Esto no quiere decir que las frutas sean malas, pero debemos tener en cuenta el efecto que un exceso pueden hacer en nuestro organismo.

Eso sí, las frutas no hay que consumirlas en zumo sino en pieza entera, ya que tiene menor impacto. En cualquier caso, lo ideal es consumir las que tienen un bajo porcentaje en fructosa, glucosa.. como bayas, frutillas, etc. 

De igual manera, no significa que debamos eliminar la glucosa de nuestra dieta, una cantidad adecuada de glucosa puede ser utilizada por nuestros músculos convirtiéndola en energía. El problema radica en la gran cantidad de carbohidratos, alimentos precocinados, azúcares, etc. que consumimos diariamente. Hasta el punto que forman para muchas personas la base de su dieta.

Por tanto, el hígado graso es más un síntoma del estilo de vida que llevamos más que una enfermedad.

¿Para que sirve nuestro hígado?

dibujo interno cuerpo humano

El hígado es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Cumple más de 500 funciones dentro de nuestro organismo, entre las que destacan la detoxificación del organismo, la creación de proteínas, su papel en el sistema inmune o su intervención en la digestión.

Un dato interesante, es que aunque tengamos la mayor parte del hígado dañado, sigue funcionando y no es hasta que está realmente dañado (entorno a un 90%) cuando comienzan a aparecer los síntomas que indican problemas en este órgano. El hígado puede volver a regenerarse aunque esté muy dañado, sin embargo, es un proceso lento dependiendo del daño.

¿Que sucede si no tratamos el higado graso?

Lo más común es que el hígado graso derive en cirrosis sino ponemos remedio. Nuestro estilo de vida ya marca cómo está la salud de nuestro hígado. Un ejemplo es que la mayoría de los casos, sobre todo en hombres, que presentan una barriga pronunciada y muy dura es síntoma de que su hígado está inflamado. También pueden suceder problemas en la piel como descamaciones.

Cuando el hígado se inflama también ocurre que debido a su cercanía al corazón lo presiona. Esto deriva en tener presión alta, arritmias o el pulso muy alto. Al dormir de lado, hacia el lado izquierdo pueden presentar problemas de respiración debido a que el hígado cae sobre el corazón al dormir hacia este lado.

¿Quienes tienen mayor riesgo de padecer hígado graso?

Dentro de las posibilidades de padecer hígado graso, hay algunas personas más predispuestas como aquellas con:

  • Diabetes de tipo 2 o prediabetes.
  • Obesidad.
  • Mediana edad o personas mayores.
  • Alto colesterol malo.
  • Consumo de medicamentos como corticoides o ciertos medicamentos contra el cancer.
  • Trastornos metabólicos.
  • Hepatitis C.
  • Exposiciones a toxinas.

¿Qué hacer para recuperarnos?

comer en familia

cirrosis

Una de las principales cosas que debemos quitar de nuestra alimentación es el alcohol y el azúcar. Normalmente suele costar de controlar el exceso de hidratos de carbono debido a un desconocimiento de todos los alimentos que los contienen. También hay que evitar los aceites hidrogenados (girasol, maíz, etc.) ya que son muy tóxicos para nuestro hígado.

También debemos tratar de evitar tomar un exceso de medicamentos en nuestro día a día a no ser que sean estrictamente necesarios.

Debemos tener en cuenta que la palabra «moderación» debemos eliminarla de nuestra dieta si padecemos de hígado graso. Nada de beber con moderación, comer azúcar con moderación.. Debemos eliminar aquellas cosas que están dañando nuestro hígado si queremos realmente tener buena salud en este órgano.

¿Qué consumir?

Lo primero es ser conscientes de que el hígado graso no va a revertirse por incorporar algunos de los siguientes alimentos o suplementos a nuestra dieta. Para sanarlo hay que eliminar primero todo aquello que lo perjudica y después ya ayudarnos de la alimentación para conseguir una recuperación más optima y mantener su salud en el tiempo.

  • Consume grasas saludables como aceite de coco, mantecas animales, mantequillas, etc.
  • Los vegetales amargos son un remedio muy bueno para recuperar la salud de nuestro hígado. Cuanto más amargos mejor. Estos son:
    • Perejil
    • Crufíceras
  • El vinagre de manzana es un aliado fantástico para numerosos problemas de nuestro organismo y para mantenerlo saludable. Te hablamos más en detalle sobre el vinagre de manzana en el siguiente artículo: Hablamos del vinagre de manzana: ¿Es bueno? ¿Cuál tomar?
  • Kombucha, es una bebida fermentada que aporta una sensación parecida a la del alcohol en cuanto a que es relajante y además tiene un sabor semejante al de la cerveza. Es una buena opción tomarla para sustituir la cervecita que muchas personas se resisten a eliminar de su día a día.
  • Cardo mariano, es un suplemento que puede tomarse a diario.

A todo ello debemos sumar evitar una vida sedentaria, al movernos también movilizamos todo nuestro cuerpo y aportamos numerosos beneficios.

También debemos consultar a nuestro médico, sobre todo, si padecemos de un caso grabe de hígado graso.


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