El crumble de manzana y galleta es un postre de origen anglosajón que destaca por su sencillez y sabor reconfortante. Compuesto por una capa de manzanas especiadas y cubierto con una mezcla crujiente de galletas, harina, mantequilla y azúcar, es perfecto para disfrutar en cualquier época del año. Aunque es especialmente popular en los meses más fríos, su versatilidad lo ha convertido en una opción recurrente en las cartas de muchos restaurantes.
En este artículo te mostramos cómo elaborar un delicioso crumble de manzana y galletas en casa, una receta fácil y económica que encantará a toda tu familia. Además, si te gustan los postres de manzana, te animamos a probar nuestra tarta de manzana rústica o este bizcocho de manzana.
¿Qué hace especial al crumble de manzana?
El crumble se originó en el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la escasez de ingredientes como los huevos y la leche dificultaba la elaboración de postres más elaborados. La mezcla crujiente de harina, azúcar y mantequilla se convirtió en una alternativa económica a la masa de tartas tradicionales.
Una de las características clave de este postre es su combinación de texturas: las manzanas se vuelven tiernas y jugosas al hornearse, mientras que la capa superior de crumble aporta un contraste crujiente irresistible. Además, las especias como la canela o el jengibre intensifican el sabor, convirtiéndolo en el postre perfecto para acompañar una bola de helado de vainilla o crema batida.
Ingredientes
Para la base de manzana:
- 2 manzanas grandes (pueden ser variedades como Granny Smith o Fuji).
- Zumo de 1/2 limón.
- 3 cucharadas de azúcar blanco.
- 1 cucharadita de harina de trigo.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- 1/2 vasito de agua.
Para la cubierta de crumble:
- 5 galletas Digestive trituradas.
- 3 cucharadas de azúcar moreno.
- 3 cucharadas de harina de trigo.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
- 2 cucharadas de mantequilla derretida.
Paso a paso
- Precalentar el horno a 180°C.
- Pelar las manzanas, descorazonarlas y cortarlas en rodajas finas. Colocar las rodajas en una fuente para horno y rociarlas con el zumo de limón para evitar que se oxiden. Remover bien para impregnar todas las piezas.
- Espolvorear el azúcar, la harina y la canela sobre las manzanas. Agregar el medio vasito de agua y mezclar para distribuir uniformemente los ingredientes.
- En un bol, mezclar las galletas trituradas, el azúcar moreno, la harina, el bicarbonato sódico y la mantequilla derretida. Con las manos o un tenedor, trabajar los ingredientes hasta obtener una textura similar a migas.
- Repartir la mezcla anterior sobre las manzanas en la fuente, asegurándose de cubrirlas completamente.
- Hornear durante 45 minutos o hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Retirar del horno y dejar reposar unos minutos antes de servir.
Consejos para un crumble perfecto
Para obtener los mejores resultados, es importante prestar atención a algunos detalles:
- Variedad de manzana: Escoge manzanas que mantengan su forma después de hornearse, como las Granny Smith o Fuji. Esto evitará que la base se deshaga completamente.
- Textura del crumble: Asegúrate de que la mantequilla esté fría antes de mezclarla con los ingredientes secos. Esto garantizará una textura crujiente.
- Especias: Experimenta con especias como nuez moscada o clavo para darle un toque diferente al postre.
Disfrutar de este crumble de manzana y galleta no solo significa deleitarse con un postre delicioso, sino también experimentar un pedacito de la rica tradición culinaria británica. Sirve caliente, acompañado de helado de vainilla o crema batida, y sorprende a tus invitados con una receta que combina lo mejor de la repostería casera. ¡Anímate a prepararlo y comparte el sabor del hogar!