En ocasiones no queremos hacer dieta como tal, pero si intentar que los platos sean más saludables. Pues también podemos optar por esta opción que nos hará llevar una dieta más equilibrada y sin tantas calorías pero con mucho sabor. Una manera de controlar todo lo que comemos.
Si crees que la idea de una dieta te supera, entonces siempre es mejor dar pequeños pasos y gestos que nos lleven a disfrutar de platos con mucho sabor, pero apartando la ingesta de calorías que no nos favorecen. ¿Quieres saber por dónde puedes comenzar?
Aliños saludables para tus platos
En ocasiones un plato puede quedar un tanto soso o aburrido. Lo que, día tras día hace que nos aburramos. ¿En qué suele desencadenar esto? En que vayamos a la nevera a comer todo lo que no nos conviene. De ahí que el primer paso para mejorar los platos es un buen aliño o salsa. Pero ojo, siempre sin añadir más calorías. Por eso, podemos optar por una salsa de yogur 0%, usar especias y sin olvidarnos de una cucharadita de aceite de oliva en cada comida principal.
Topping para alegrar la vista y el gusto
Para evitar que echemos mano a otras comidas menos saludables, siempre tenemos opciones varias. Una de ellas, es el acabado o topping. Todo aquello que decora el plato en su parte superior. Por ello, tanto los desayunos como los platos principales pueden llevar un detalle como este. Necesitamos elegirlos bien para que sigan añadiendo nutrientes y vitaminas al plato pero cero calorías. Por ejemplo, para un postre como el yogur o un rico batido, nada como completarlo con unas semillas de chía. Los frutos rojos o frutos secos, también son otra opción para desayunos y meriendas. Un toque de cítricos para los platos de pescado. Claro que lo tuyo es el toque más dulce, entonces nada como rallar un poco de chocolate negro.
La magia del desayuno
Es cierto que no todo el mundo desayuna de manera consistente. Porque quizás las horas a las que se levanta no son propicias para tener hambre. Pero debemos intentarlo y optar por un desayuno completo. Ya que será este quien realmente nos sacie para el resto de la mañana. Si quieres probar, lo mejor que puedes hacer es tomar una rebanada de pan integral con un poco de queso fresco o fiambre de pollo. También puedes hacer un puré de frutas, tomarte un café con leche desnatado o una infusión y alguna pieza de fruta fresca.
Snacks saludables
Si te da hambre entre las comidas principales, entonces es mejor que la proteína esté presente en esos momentos. Cierto es que con alguna fruta nos puede ser pero si tenemos a mano un poco de queso batido 0% o queso fresco, la opción es más completa. También puedes optar por un snack saludable como son los garbanzos al horno. Quedarán más crujientes y puedes tomar un puñado o bien, añadirlo con acabado a tus mejores platos. ¿No te parece buena idea?
¿Antojo de azúcar?
Es algo común que tengamos antojo de azúcares. Pero como lo que queremos es comer un poco más saludable, vamos a evitarlo. Para contrarrestar necesitamos dejarnos llevar por las frutas. Porque aunque también son dulces, es un dulzor más natural. No debemos abusar, es cierto que sí saber que tenemos la opción. Fruta fresca o en compota también es otra de esas ideas que nuestro paladar disfrutará.
Verduras crudas y cocidas en una alimentación más saludable
Porque hacer una combinación de ambas siempre es lo bueno. Eso de masticar unas verduras crudas siempre da más sensación de estar saciados. Claro que en ocasiones son las verduras cocidas las que cuentan con más nutrientes y antioxidantes en general. El tomate es mejor cocinarlo porque nos aportará más nutrientes. Claro que tú eliges cómo consumirlo porque en ambos casos, será necesario para nuestra salud.