Los pasteles salados son una opción culinaria versátil y deliciosa que puede hacer que cualquier comida sea más especial. Este pastel de calabacín y bacon es un ejemplo perfecto de cómo combinar ingredientes simples en un plato exquisito, ideal tanto para ocasiones especiales como para el menú diario. En reuniones navideñas, como entrante o incluso para aprovechar ingredientes sobrantes, los pasteles de este tipo aportan creatividad y sabor.
Preparar un pastel salado no solo es sencillo, sino que también ofrece múltiples alternativas para adaptarlo a tus preferencias. Puedes incluir diversas verduras, como en este caso, o probar con pescados, quesos o incluso carnes magras. Además, estos pasteles pueden servirse calientes, templados o fríos, convirtiéndolos en una solución práctica para cualquier momento del día.
Beneficios de los pasteles salados
Los pasteles salados son ideales para quienes buscan platos prácticos y originales. Ayudan a reducir el desperdicio de alimentos al aprovechar ingredientes a punto de caducar. Otra ventaja es su versatilidad, ya que puedes modificar la base y los ingredientes para crear combinaciones únicas según tus gustos o lo que tengas en la despensa. Asimismo, son fáciles de transportar, lo que los hace perfectos para picnics o comidas compartidas.
Ingredientes necesarios
- 200 g de bacon ahumado en tiras
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla mediana picada
- 2 puerros picados
- 1 calabacín con piel, troceado
- 3 huevos
- 75 g de queso rallado (puedes elegir entre gouda, cheddar o emmental)
- 200 ml de nata líquida
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones paso a paso
A continuación, explicamos el procedimiento detallado para preparar este delicioso pastel de calabacín y bacon.
- Precalienta el horno a 180 ºC para que alcance la temperatura adecuada mientras preparas los ingredientes.
- En una sartén, rehoga las tiras de bacon a fuego medio hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas y resérvalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Limpia la sartén y añade dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Rehoga la cebolla y los puerros durante aproximadamente cinco minutos, y luego incorpora el calabacín. Cocina hasta que las verduras estén tiernas.
- Escurre las verduras para eliminar el exceso de líquido y colócalas en un bol grande junto al bacon dorado.
- Añade los huevos batidos, la nata líquida y el queso rallado. Salpimenta al gusto y mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- Engrasa un molde desmontable con mantequilla y una ligera capa de harina para evitar que el pastel se pegue. Vierte la mezcla en el molde y nivélala para que quede uniforme.
- Introduce el molde en el horno y hornea durante 30-40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Deja enfriar el pastel durante 10 minutos antes de desmoldarlo con cuidado. Puedes servirlo templado o frío, según prefieras.
Este pastel se convertirá en una de tus recetas favoritas por su facilidad de preparación y su delicioso sabor. Si buscas más inspiración para platos salados, no dejes de probar nuestra quiche de cebolla y queso o la tarta salada de zanahoria. ¡Sorprende a todos con tus dotes culinarias!