¿Es posible gestionar un hogar de manera que todos los miembros de la familia colaboren en las tareas del hogar y se sientan a gusto con ello? Todos sabemos que la clave para la conciliación es saber repartir las responsabilidades entre los miembros adultos de la familia. Pero, ¿sabemos involucrar a los niños en estas tareas?
El trabajo en casa es cíclico y por tanto, se puede planificar, organizar y controlar. Gestionarlo de forma inteligente, involucrando a todos los miembros de la familia reduce el estrés y aumenta la satisfacción familiar. Aunque los principios resulten difíciles, solo hay ventajas.
Tener la oportunidad de involucrarse en actividades realmente significativas, que aporten algo a la familia, es algo que hoy en día se les niega a muchos niños, según los últimos estudios. Y sin embargo, involucrarlos solo tiene ventajas: aprenden a asumir responsabilidades, a ser autónomos, a valorar lo que cuesta mantener una casa en orden o cuidar de los demás.
¿Cuándo involucrar a los niños en las tareas del hogar?
Los niños, aunque sean pequeños, se dan cuenta de cuándo sus acciones realmente aportan algo al núcleo familiar. Por eso es importante darle al niño tareas acordes a su nivel de desarrollo, que puedan marcar la diferencia en el hogar. Los niños aprenderán así a asumir responsabilidades y a desarrollar la seguridad, la confianza y la autoestima.
Cuando tienen 3 o 4 los niños comienzan a imitar las actividades de los adultos. Es una edad en la que suelen estar dispuestos a ayudar y que podemos aprovechar para asignarles pequeñas tareas que puedan desarrollar con nuestra ayuda y supervisión. ¿Y cuáles son estas tareas?
Es importante que los niños tengan cierta libertad para hacer las cosas a su modo. Es probable que se equivoquen, pero debemos evitar anticiparnos a estos errores e intervenir cuando los pequeños tienen dificultades, porque así solo limitamos las oportunidades de aprendizaje de los niños.
¿Cómo organizar las tareas domésticas?
Ahora que sabemos qué tipo de tareas puede realizar cada miembro de la familia llega el momento de ponernos manos a la obra y elaborar un planning. Los trabajos de la casa son cíclicos y por tanto, se puede planificar y organizar. ¿Cómo? Siguiendo estos consejos:
- A principio de cada mes, es aconsejable hacer una lista con las tareas domésticas a realizar durante ese tiempo, clasificándolas por la asiduidad con la que deben realizarse. Ejemplos: sacar la basura cada día, hacer la cama cada día, poner la lavadora martes y jueves, hacer la compra semanal… Los objetivos deben ser realistas para crear un buen ambiente.
- Con la lista en la mano es conveniente descubrir que le gusta a cada miembro de la familia hacer en la casa. ¿Con qué actividades disfruta mas?, ¿cuáles son las que mas le preocupan? o ¿cuál tiene mas ganas de solucionar? Hablarlo entre todos os ayudará a hacer un reparto de tareas mas inteligente.
- Teniendo en cuenta tanto la edad como el tiempo del que cada miembro de la familia dispone, se asignarán las tareas. Cada uno de los miembros de la familia tiene que tener una tarea y ser consciente de que de su responsabilidad, dependerá la tranquilidad y el equilibrio del hogar.
- Cuando involucramos a los niños, resulta útil crear un cuadrante para que cada uno pueda consultar sus tareas semanales y que no sea necesario repetir diariamente «Te toca hacer esto o lo otro». Si tenéis un «centro de mando familiar» ese será el lugar en el que colgarlo.
- Realizar las tareas asignadas de forma rutinaria, a una hora concreta y evitando interrupciones, es un buen consejo para evitar el estrés.
Estos son algunos de nuestros consejos para implicar a toda la familia en la realización de las tareas domésticas. Los comienzos no suelen ser fáciles pero os animamos a dar el paso y a crear un plan adecuado a vuestras necesidades. Una vez que cada miembro de la familia tenga integradas sus tareas y entienda que su contribución es importante, las cosas serán mucho mas fáciles.