Existe una gran variedad de mousses, las Islas Canarias tiene la suya propia, la mousse de gofio y está para chuparse los dedos. Se trata de un postre suave, no muy dulce, y de fácil elaboración.
El gofio es un producto formado por harina de cereales tostados, generalmente trigo o millo. Este postre es una forma estupenda para que los niños (y adultos) consuman cereales y se beneficien de las propiedades nutricionales que el gofio les aporta.
Ingredientes:
- 110 gr. de gofio canario.
- 600 ml. de nata para montar.
- 150 gr. de leche condensada.
- 30 ml. de leche entera.
- 3 huevos.
- Almendras tostadas picadas (para decorar).
Preparación de la mousse de gofio.
Comenzaremos separando las yemas de las claras de los huevos, que colocaremos en dos bols o recipientes distintos.
En un recipiente amplio, donde podamos batir cómodamente, ponemos las yemas de los huevos y las batimos. Añadimos la leche condensada y volvemos a batir ambos ingredientes.
Agregamos el gofio y mezclamos bien, hasta conseguir una textura homogénea. Observaremos que la masa se ha espesado bastante, obteniendo un especie de pasta. Incorporamos ahora la leche y volvemos a mezclar.
Montamos la nata, en un recipiente aparte, ayudándonos con una batidora eléctrica. Añadimos la nata a la pasta de gofio, poco a poco y con la ayuda de una espátula. La integraremos con movimientos suaves y envolventes, para evitar que la nata baje.
Al igual que con la nata, montamos las claras de huevo a punto de nieve en un recipiente a parte. Posteriormente, la incorporamos al gofio de la misma forma, realizando movimientos envolventes y suaves, de arriba a abajo.
Nuestra mousse de gofio ya estaría lista. Sólo nos queda repartirla en vasos o copas individuales y decorarla si queremos. Podemos adornar la mousse con trozos de almendras tostadas por encima, o también, podemos espolvorear un poco de gofio sencillamente. Antes de servir, la pondremos a refrigerar en la nevera un par de horas, para que coja más consistencia y sabor.