Ya estamos a final de mes y la nevera se va quedando sin ingredientes. Platos sencillos y económicos, como estos macarrones gratinados con jamón y champiñones, vienen como anillo al dedo en ciertos momentos.
La pasta es un plato rápido al que todos acudimos siempre, aunque cierto es que a menudo acabamos cocinándola de la misma forma. Esta receta en concreto no es muy ligera, pero de vez en cuando el cuerpo agradece un buen capricho delicioso.
Ingredientes:
(Para 2 personas).
- 2 vasos de macarrones.
- 50 gr. de jamón serrano en tacos.
- 8 champiñones.
- 1 cebolla chalota.
- 2 dientes de ajo.
- 1/4 de vaso de vino blanco.
- 2 vasos de leche.
- 2 cucharadas de harina.
- Queso emmental rallado.
- Aceite de oliva.
- Albahaca seca picada.
- Perejil seco picado.
- Pimienta negra molida.
- Sal.
Preparación de los macarrones gratinados con jamón y champiñones:
En primer lugar, pondremos la pasta a cocer en abundante agua hirviendo con un poco de aceite y sal. Cuando esté lista, la retiramos del fuego, la escurrimos y la reservamos para más tarde.
Picamos el ajo y cortamos la cebolla en trozos pequeños o en juliana, como más nos guste. Lavamos los champiñones para eliminar los restos de tierra y los laminamos.
Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén a fuego lento y agregamos el ajo. Removemos un minuto para que suelte sabor, añadimos la cebolla y la dejamos pochar.
Incorporamos los champiñones y el vino blanco en la sartén. Esto va a soltar bastante líquido, así que tendremos que esperar a que se evapore y que los champiñones se hayan cocinado un poco para seguir con la receta. Añadimos el jamón serrano en tacos y removemos hasta que el jamón se tueste ligeramente.
Apartamos los elementos de la sartén hacia afuera, dejando un hueco en el medio e incorporaremos un poco más de aceite si vemos que hay poco. Añadimos la harina y removemos un par de minutos. Acto seguido, agregamos 1 vaso de leche en primer lugar y seguimos removiendo con constancia. El resto de la leche la iremos incorporando poco a poco según vaya espesando. Para terminar con la salsa, añadimos la pimienta, las hierbas y rectificamos de sal si fuera necesario, ya que el jamón le va a aportar ya un sabor salado.
Por último, mezclamos los macarrones con la salsa en un plato o fuente apta para el horno. Repartimos queso emmental rallado por encima a nuestro gusto. Introducimos el plato en el horno y gratinamos el queso hasta que se funda y se tueste ligeramente.