La ensalada de manzana y cecina con salsa de queso es una muestra de cómo la cocina sencilla puede convertirse en algo especial combinando sabores que contrastan entre sí. Esta ensalada, ideal para cualquier momento del año, destaca por su mezcla de ingredientes dulces y salados que dan lugar a una experiencia gastronómica única. La frescura de las hojas verdes, el toque crujiente de los picatostes, la suavidad de la salsa de queso y el contraste entre la dulzura de la manzana y el sabor intenso de la cecina hacen de esta receta una opción gourmet que podrás preparar fácilmente en casa.
Además, es una receta versátil que puedes adaptar a los ingredientes que tengas en casa. Si necesitas inspiración para nuevas propuestas, prueba esta ensalada con zanahoria asada y queso de cabra o esta deliciosa ensalada de brotes verdes con queso de anacardos.
Ingredientes
Para preparar esta ensalada necesitarás:
- 2 tazas de lechuga (puedes mezclar varios tipos como romana, escarola o iceberg).
- 2 tazas de espinacas frescas.
- 100 g de cecina cortada en finas lonchas.
- 2 rebanadas gruesas de pan viejo para los picatostes.
- Una manzana roja, preferiblemente tipo Crimson Snow, conocida por su crujiente textura y delicioso toque dulce con un ligero toque ácido.
- 50 g de queso azul a temperatura ambiente.
- 1 yogur natural o griego (también a temperatura ambiente).
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Orégano al gusto.
- Pimienta negra recién molida.
Preparación paso a paso
Esta receta se elabora en pocos y simples pasos, lo que la hace perfecta incluso para los días con menos tiempo.
- Comienza preparando la salsa de queso. Para ello, coloca en un bol el queso azul desmenuzado, el yogur, el aceite de oliva y las especias (orégano y pimienta negra). Tritura todo con una batidora hasta conseguir una crema homogénea y sin grumos.
- Mientras la salsa reposa a temperatura ambiente, corta el pan en pequeños trozos y tuéstalo en una sartén sin aceite hasta que queden crujientes. Estos picatostes darán textura a tu ensalada.
- Prepara la base de la ensalada colocando las hojas de lechuga y espinacas en una fuente amplia. Asegúrate de lavarlas bien y secarlas antes de usarlas.
- Descorazona la manzana pero déjala con la piel para aprovechar su textura y color. Corta en láminas finas.
- Dispón por encima de la base de hojas verdes las láminas de manzana, los trozos de cecina y los picatostes crujientes.
- Justo antes de servir, riega con la salsa de queso para que los ingredientes se mezclen y potencien sus sabores.
Consejos adicionales
- Si prefieres una salsa más suave, puedes sustituir una parte del queso azul por queso crema o añadir un poco de leche para aligerar su textura.
- En verano, la salsa también puede servirse fría, mientras que en invierno puedes templarla ligeramente para un toque reconfortante.
- Si no tienes cecina a mano, puedes probar con jamón serrano o incluso jamón ibérico, aunque el sabor será diferente.
- Para variar la base de hojas verdes, prueba combinaciones como rúcula, canónigos o endivias según tu preferencia.
Si te ha encantado la combinación de manzana y queso, te sugerimos descubrir esta ensalada de manzana con queso de cabra y frutos secos, otro ejemplo de cómo los contrastes de sabores pueden transformar un plato sencillo en algo espectacular.
Con esta ensalada no solo disfrutarás de una explosión de sabores, sino también de una receta rápida, nutritiva y perfecta para integrar ingredientes frescos y saludables en tu día a día.