Cuando la ola de calor acecha, recetas fresquitas como esta de espinacas y manzana se convierten en una estupenda alternativa sobre la mesa. Si además se acompañan con unas avellanas tostadas ligeramente caramelizadas y una buena vinagreta, resulta casi imposible resistirse a ella.
Los frutos secos son un estupendo complemento para las ensaladas. Tostarlos un poco en la sartén siempre es buena idea para intensificar su sabor, pero si además los caramelizamos con un poco de miel el festín esta servido. Querrás comértelos solos y el que avisa dicen que no es traidor.
Tiempo de preparación: 10 min
Raciones: 2
Ingredientes
- 4 puñados de espinacas frescas limpias
- 2 ciruelas rojas
- Un puñado de pasas
- 12 dados de queso fresco
- 1 manzana grande
- Zumo de 1/2 limón
- Un puñado de avellanas
- 1 cucharita generosa de miel
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de Modena
- Sal
- Pimienta
Paso a paso
- Coloca las espinacas en el fondo de una fuente o ensaladera.
- Incorpora las ciruelas rojas troceadas, el queso fresco y las pasas.
- Corta las manzanas en láminas finitas y agrégalas a la ensalada. Vierte zumo de limón por encima para evitar que se oxiden.
- En una sartén caliente tuesta las avellanas unos segundos. Cuando tengan un poco de color agrega la miel por encima en forma de hilo y moviendo la sartén haz rodar las avellanas por ella para que se impregnen de miel. Sácalas de la sartén y colócalas sobre papel de horno, separadas una de otra. Deja que se enfríen.
- Mientras se enfrían, prepara la vinagreta a tu gusto. Justo antes de servir la ensalada de espinacas añade las avellanas y la vinagreta.