Entrenar descalzo es una práctica que ha existido desde tiempos inmemoriales y que a día de hoy está experimentando cierto auge entre la mayoría de los deportistas. Desde el yoga hasta el ejercicio con pesas, cada vez son más las personas las que optan por quitarse sus zapatillas y descalzarse para tener una conexión directa con el suelo.
El entrenamiento descalzo no solo va a tener raíces culturales y filosóficas importantes, sino que también tiene una gran cantidad de beneficios tanto físicos como mentales. En el siguiente artículo te hablamos de los beneficios que supone el entrenar descalzo.
Por qué la gente entrena descalzo
Practicar deporte descalzo es algo que se ha vuelto bastante popular entre muchos deportistas de hoy en día. El contacto directo del pie con el suelo permite, que la columna vertebral esté en una óptima posición y se produzca una mejora importante en el equilibrio de todo el cuerpo. Entrenar sin calzado permite disminuir el impacto del pie en el suelo y disminuye el riesgo de sufrir lesiones.
Beneficios de entrenar descalzo
Acto seguido vamos a hablarte de algunos de los beneficios que tiene el practicar y entrenar totalmente descalzo:
Aumenta la fuerza del pie
Usar zapatos durante mucho tiempo puede llegar a debilitar los músculos y ligamentos de los pies y los tobillos al proporcionar un soporte excesivo. Entrenar descalzo, especialmente en superficies algo irregulares como la hierba o la arena, obliga a los músculos del pie y del tobillo a trabajar más para obtener cierta estabilización de todo el cuerpo. Esto es algo que va a ayudar a prevenir lesiones habituales, como es el caso de los famosos esguinces de tobillo.
Mejora la propiocepción
Entrenar descalzo sin zapatillas deportivas permite que haya una mayor conexión con el suelo, algo que mejora la propiocepción. Esto supone ser mucho más consciente de la posición del cuerpo y de como el mismo se mueve en el espacio en si.
Mejora la postura
Otro de los beneficios de entrenar descalzo es el de ayudar a mejorar la postura del cuerpo. Los pies entran en contacto con el suelo y ello permite fortalecer los músculos y la estabilidad de los mismos, lo que va a suponer una mejora importante de la postura del cuerpo. Esto también supone una reducción importante del riesgo de sufrir lesiones relacionadas con la mala postura del cuerpo.
Fortalece los músculos de las piernas
Entrenar descalzo permite activar una gran variedad de músculos en las piernas que no ocurre cuando se usa zapatillas deportivas. Al no tener una suela gruesa que amortigüe el impacto, los músculos de las piernas trabajan más para estabilizar el cuerpo durante el ejercicio. Esto provoca una mayor activación muscular en comparación con el entrenamiento con zapatos, lo que a su vez promueve un desarrollo muscular más completo y equilibrado.
Reduce el riesgo de lesiones
El fortalecimiento de los músculos de las piernas a través del entrenamiento descalzo va a permitir prevenir una variedad de lesiones habituales en el deporte como es el caso de los esguinces de tobillo, la tendinitis y la fascitis plantar. Al fortalecer los músculos estabilizadores y mejorar toda la biomecánica del cuerpo, se reduce la tensión y el estrés en las articulaciones, lo que va a ayudar a disminuir el riesgo de lesiones a largo plazo.
En definitiva, entrenar descalzo ofrece una cantidad importante de beneficios tanto en la salud física como en la mental. Desde mejorar la conexión neuromuscular y fortalecer los pies hasta reducir el impacto en las articulaciones. Es por ello que esta práctica milenaria es aconsejable a la hora de practicar cualquier tipo de ejercicio físico. Sin embargo, es importante comenzar de una manera gradual y escuchar al propio cuerpo para evitar posibles lesiones. Si lo llevas a la práctica, puedes disfrutar de una manera plena de los beneficios que aporta el entrenamiento descalzo y llevar tu salud y rendimiento a cuotas deseadas.