Entrenar con barra es una de las mejores opciones que debemos integrar en nuestros entrenamientos. Por un lado porque nos ayudará a desarrollar nuestra musculatura pero no solo eso sino que mejoraremos nuestra postura, conseguiremos más flexibilidad y hasta dejaremos aparcado el estrés, que nos hace mucha falta.
Así que, por todo ello y más, debemos empezar a entrenar con barra como uno de los ejercicios de fuerza más comunes. Pero eso sí, necesitas una serie de consejos para comenzar. Ya que como suele ocurrir, al principio no controlaremos demasiado la técnica, los ejercicios que podemos realizar con ella o el peso que debemos añadir. ¡Te contamos todo eso y más!
Realiza un calentamiento antes de entrenar con barra
El calentamiento siempre debemos tenerlo presente. ¿Por qué es tan importante? Porque gracias a él, nuestra temperatura se va elevando poco a poco y conseguiremos que las posibles lesiones se queden a un lado. Los músculos se irán adaptando al movimiento y por consecuencia, también al esfuerzo que hagamos. De modo que no les pillará desprevenidos y resistirán mucho más. Así que, conociendo esta importancia, ya sabes que no puedes estar son realizar el calentamiento apropiado. De ahí que movimientos de brazos, de hombros y hasta de la espalda serán propicios para comenzar.
Elige el ejercicio a realizar y practica su ejecución
Aunque hablemos en general del entreno con barra, es cierto que dentro de él contamos con una serie de ejercicios básicos. Por un lado están las eternas sentadillas que siempre nos acompañan y con barra no se quedará atrás. La zancada, es otra de las propuestas, así como el peso muerto, dejando caer la barra hacia delante de manera controlada. Sin olvidarnos del conocido como ‘Hip Thrust’ donde la cadera tiene su protagonismo. Todos y cada uno de ellos tienen su ejecución para evitar forzar el cuerpo y tener dolencias. De manera que una vez que elijas el ejercicio en sí, solo queda colocar el cuerpo de la manera correcta y sin tensiones.
Empieza con poco peso
Ya sabes que es otro de los puntos básicos. Aunque veas cómo tus compañeros ponen bastante peso a ambos lados de la barra, no caigas en ese error si te estás iniciando. Porque no es lo mejor. Para empezar, siempre es mejor hacerlo sin nada de peso y solo con la barra. De manera que puedas realizar los ejercicios de forma más controlada. Cuando los tengas, entonces nada como ir añadiendo peso poco a poco. Tan solo tienes que sentirte bien con lo que estás haciendo y tener un poco de paciencia, porque todo llega. No podemos pasar de 0 a 100 sin antes disfrutar del 10, del 20, etc.
Los ejercicios frente a un espejo
Siempre que podamos, no hay nada como tener un espejo delante. Es cierto que siempre es mucho mejor tener a alguien experto que nos pueda guiar. Pero si no es así, nos quedamos con la primera opción del espejo. Esto hace que podamos ver cómo hacemos realmente el ejercicio, si estamos doblando mucho la espalda, si estamos forzando alguna parte del cuerpo, etc. De este modo podremos ir corrigiendo todo aquello que no lo veamos correcto. Es una manera de practicar y de poder enmendar los errores.
El descanso también forma parte de tu entrenamiento
A veces nos lanzamos porque queremos ver los resultados cuanto antes y no es posible. Lo mejor es ir paso a paso pero haciendo las cosas bien. Por eso, no debemos tener prisa, tomarnos nuestro tiempo y sobre todo, descansar y mucho. Porque si nos pasamos de entrenamiento, de frecuencia y hasta de peso, puede ser contraproducente para nuestro cuerpo. Se dice que un buen descanso es casi o igual de importante que los ejercicios que hayamos hecho. El cuerpo necesita recuperarse para una nueva jornada. De ahí que lo mejor es tomarse las cosas con calma a la hora de empezar a entrenar con barra.