¿Sientes que estás atrapado o atrapada en la angustia? Está claro que todos tenemos situaciones, momentos, sentimientos que nos pueden provocar el sentirnos así. Porque cada día nos enfrentamos a nuevos momentos que pueden llegar a tener una gran repercusión en nuestras vidas. Por ello, si sientes que estás en un bucle, es el momento de actuar.
Sí, es más sencillo el hablarlo que el ponerlo en práctica pero aún así haremos todo lo posible para integrar las claves que te mencionamos como parte de nuestra rutina diaria. Todos estos procesos debemos afrontarlos con calma y poniendo lo mejor de nosotros mismos. Porque se sale, aunque a veces sea una cuesta un tanto empinada que atravesar.
¿Cuáles son los síntomas principales de la angustia?
Es conveniente que en primer lugar digamos que cuando sentimos tristeza, que estamos desanimados, el pesimismo es más frecuente y hasta tenemos más ganas de llorar, puede que la angustia se haya instalado en nuestras vidas. Al preocuparte de más, hace que todas esas sensaciones se apoderen de nuestro cuerpo de ahí que a mayores también podemos mencionar síntomas como los dolores de cabeza, nerviosismo más constante e incluso palpitaciones. Con diferencia a la ansiedad, se dice que la preocupación es más enfocada a algo futuro y además, un mecanismo de defensa. Mientras que la ansiedad también abarca el presente. Pero sí es cierto que en ocasiones los síntomas se pueden llegar a confundir y por ello, es conveniente que lo consultes con un especialista.
Las claves básicas para controlar la angustia
- Escribe o cuenta lo que sientas: es vital que lo saques, que no te lo guardes. Aunque a veces depende de la persona, puede ser más complicado de llevar a cabo. Pero una vez que lo haces, te sentirás mucho mejor
- Invierte tiempo en lo que te gusta: es decir, que necesitas tomarte un pequeño descanso de la rutina habitual. Puedes hacer todas esas actividades que te hacen feliz, tomarte tiempo para ti mismo o misma, etc.
- Intenta pensar en lo que has avanzado: en este caso se trata de un ejercicio muy positivo. Porque aunque tenemos que recordar situaciones complicadas, nos quedaremos con la parte positiva que es la de la superación. Algo que con el paso del tiempo has sabido controlar y que te ha cambiado, pero has aprendido.
- Practica deporte: siempre es necesario, por todas las grandes ventajas que tiene. Pero sobre todo en casos como estos o de ansiedad es toda una gran terapia. Además de elegir la disciplina que te guste, prueba a poner en práctica técnicas de relajación, de respiración.
- Acepta que no todo está a tu alcance: ojalá pudiéramos controlar todo, todos los momentos, todo lo que queremos abarcar…¡Pero no podemos! Es algo que hay que aceptar, para que así nuestra mente esté también preparada.
- Dale un nuevo enfoque a tus preocupaciones: en lugar de tomarlo como eso, como una preocupación, puedes darle una vuelta. De manera que comiences a pensar en su importancia, en cómo se puede resolver y el porqué te molesta tanto.
Valora siempre los pequeños detalles para salir del bucle
Sí, también lo podemos tomar como otra de las claves para dejar de lado esa situación tan pesimista que estás viviendo. Pero es que a veces le damos prioridad a todo lo malo, olvidándonos de que lo bueno también nos acompaña. Mira a tu alrededor y haz una lista de esos pequeños detalles, personas o vivencias que te sacan una sonrisa y que por lo tanto, estás muy agradecida de tenerlos en tu día a día. Te hará valorar todo mucho más que es lo que necesitas. Intenta sacar la cabeza hacia una vida que tiene sus rampas pero que es solo una y hay que aprovecharla al máximo.