En la temporada de frío, los platos de cuchara como este de alubias blancas con bacalao y puerro se convierten en los grandes protagonistas de nuestras mesas. Se trata de una receta que no solo es deliciosa, sino que también es muy reconfortante y completa. Este plato, ideal para el invierno, combina las propiedades nutricionales de las alubias, las verduras y el bacalao, ofreciendo una opción equilibrada y sabrosa para toda la familia.
En este artículo, profundizaremos sobre cómo preparar este plato con diferentes variantes, consejos para mejorar su sabor y trucos para optimizar su elaboración. Si bien la receta básica ya es espectacular, hay formas de adaptarla a tus preferencias o al tiempo disponible. Además, exploraremos el trasfondo cultural y los beneficios de incluir legumbres en nuestra dieta.
¿Por qué elegir esta receta?
Las alubias blancas, también conocidas como judías blancas, son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra y minerales esenciales como el hierro y el magnesio. Por su parte, el bacalao aporta proteínas de alta calidad y ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular. Este plato no solo destaca por su sabor, sino también por sus propiedades saludables.
Durante la Cuaresma y Semana Santa, el bacalao cobra especial protagonismo en la cocina tradicional, lo que hace de esta receta una opción perfecta para esas fechas. No obstante, este guiso es ideal en cualquier momento del año y especialmente reconfortante en los días más fríos.
Ingredientes necesarios
Para preparar unas alubias blancas con bacalao y puerro llenas de sabor, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 240 g de alubias blancas (pueden ser secas o en conserva).
- 2 zanahorias.
- 2 puerros.
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cebolla roja, picada.
- 1 pimiento verde italiano, picado.
- 1/2 pimiento rojo, picado.
- 2 lomos grandes de bacalao desalado (aproximadamente 400 g).
- Sal y pimienta al gusto.
- Harina para rebozar el bacalao.
- 1 vaso de caldo de pescado.
Si decides utilizar alubias secas, recuerda ponerlas en remojo al menos 24 horas antes de la preparación para garantizar su cocción adecuada. Por otro lado, si prefieres ahorrar tiempo y usas alubias en conserva, asegúrate de enjuagarlas bien bajo el grifo para eliminar el exceso de sodio.
Elaboración paso a paso
Preparación inicial
1. Si utilizas alubias secas, colócalas en una olla rápida junto con las zanahorias peladas y los puerros. Cubre con agua y lleva a ebullición. Recuerda «asustar» las alubias (es decir, cortar la cocción añadiendo un poco de agua fría) para evitar que se despellejen. Cocina durante el tiempo necesario según las instrucciones de la olla rápida.
2. Una vez estén listas, retira del fuego y espera a que la presión permita abrir la olla. Tritura las zanahorias y los puerros junto con un poco de caldo de cocción y reserva esta mezcla.
El sofrito
3. En una cazuela baja, calienta el aceite de oliva. Sofríe la cebolla roja y los pimientos durante unos 10 minutos. Añade luego los puerros picados y continúa cocinando hasta que queden tiernos.
4. Mientras tanto, corta los lomos de bacalao en trozos medianos, salpimiéntalos y pásalos por harina. Dóralos suavemente en una sartén y resérvalos.
Montaje del guiso
5. Incorpora las alubias cocidas al sofrito junto al caldo de pescado y el triturado de zanahorias y puerros reservado. Lleva a hervor y deja cocinar durante unos 5 minutos para que los sabores se integren.
6. Por último, añade los lomos de bacalao a la cazuela. Remueve con cuidado haciendo movimientos de vaivén para no romper las alubias ni el pescado. Cocina unos minutos más hasta que el bacalao esté en su punto.
Consejos y variantes
- Para un toque adicional de sabor, puedes añadir una hoja de laurel al agua de la cocción de las alubias o unas hebras de azafrán durante el sofrito.
- Si te gusta el picante, sustituye parte del pimentón dulce por pimentón picante o añade una guindilla al sofrito.
- Este plato se puede optimizar añadiendo un chorrito de vino blanco al sofrito. Cocina unos minutos para evaporar el alcohol antes de incorporar los demás ingredientes.
- Si utilizas bacalao salado, asegúrate de desalarlo correctamente sumergiéndolo en agua durante 48 horas y cambiando el agua cada 8 horas.
Este plato no solo es perfecto como plato único, sino que también puede acompañarse de una ensalada ligera o un postre refrescante como una naranja.
Un guiso como este no solo nos reconforta en los días más fríos, sino que también refuerza nuestras conexiones con la tradición y la cocina casera. Adaptable a distintas preferencias y estilos de vida, esta receta tiene todo para convertirse en uno de tus platos favoritos.