Cuando llega la hora del destete surgen infinidad de temores, dudas y preocupación. Por una parte aparecen sentimientos naturales que pueden hacerte pensar que estás tomando una decisión egoísta. Quizá emocionalmente no estés preparada para romper esa unión tan especial, única entre madre e hijo. Pero en algún momento se debe producir, porque no puedes amamantar a tu hijo eternamente.
Nadie puede ponerte una fecha límite, nadie debe decidir por ti, tú misma y tu propio hijo sois los únicos que podéis decidir en este tema. Partiendo de esa base y seas cuales sean tus razones, independientemente de si el niño es más o menos grande, lo más importante es que sea en todo momento un destete respetuoso. De esta forma, se realizará de forma paulatina y sin crear ningún trastorno en el bebé.
Qué es el destete y cómo conseguir que sea respetuoso con el bebé
El destete es el momento en el que el bebé deja de tomar lactancia materna por completo, de forma definitiva. En cada caso el destete se produce en un momento diferente. Para algunos llega con la introducción a los alimentos, para otros después de año y para muchas familias mucho después, ya que cada vez más mujeres alargan la lactancia durante años.
En cualquier caso, para que el destete sea respetuoso debe realizarse mediante un proceso paulatino. No se puede quitar el pecho de la noche a la mañana, porque el bebé necesita una adaptación. De lo contrario pueden surgir diversos problemas que se pueden evitar con algunos consejos como los que te dejamos a continuación.
No le ofrezcas el pecho, pero tampoco se lo niegues
El primer paso para que se produzca el destete es eliminar poco a poco la necesidad del bebé de mamar. Lo normal es que en cualquier situación le ofrezcas el pecho, tanto si es la hora de una toma, para dormirlo o cuando rompe en llanto por cualquier razón. Para un destete respetuoso hay que comenzar por buscar otras herramientas con las que gestionar esas situaciones.
Ahora bien, si es tu hijo quién busca el pecho no se lo niegues. A la vez intenta probar con otras cosas, que haga varias comidas al día para que no necesite mamar por hambre, técnicas para entretenerlo cuando llore o buscar la forma de dormirlo sin el pecho. Si lo necesita no lo niegues, solo empieza a probar otras cosas poco a poco.
Reduce las tomas de lactancia
Poco a poco deberás eliminar alguna de las tomas de pecho, hasta que el niño se acostumbre. Generalmente la más complicada es la de la noche, porque los niños utilizan el pecho como herramienta tranquilizadora. Es preferible que elimines alguna de las tomas del día, que puedes sustituir por fruta o leche de fórmula. Incluso, puedes darle leche materna pero en un biberón o en un vaso de adaptación.
El destete respetuoso nocturno
Quizá la parte más compleja del destete, la que más cuesta para el niño ya que está asociada a su sueño. Cuando despierta busca el pecho, así se tranquiliza y puede volver a conciliar el sueño. Pero para la madre es la parte más agotadora y si se alarga mucho tiempo, puede llegar a provocar trastornos importantes. Para empezar debes acostumbrarlo a dormir de otra forma que no sea con el pecho.
Empieza con una rutina de sueño que incluya momentos a solas con tu hijo, para que se sienta igual de arropado, mimado y protegido con mamá. Cantar canciones tranquilas para dormir, contar cuentos o masajear poco a poco al bebé son técnicas que funcionan bastante bien, aunque necesitan un tiempo para que el niño se adapte. Por ello, es muy importante hacerlo poco a poco y respetando siempre los tiempos del niño.
Lo más importante para un destete respetuoso es tener en cuenta los sentimientos del niño, pero sin dejar de lado los de la madre. Con mucho cariño, comprensión y paciencia se producirá el destete definitivo y terminará una etapa única.