Cuando se acaban las vacaciones, aunque solo haya sido durante unos días, puede ser para los niños un poco abrumador. Aunque saben que los días de fiesta han acabado, volver a la rutina puede ser un poco molesto, sobre todo después de haber pasado algunos días sin rutinas, como levantarse a cualquier hora o no hacer nada de tarea escolar.
Por eso, es aconsejable que siempre que hay días de fiesta los niños sigan unas rutinas, que aunque sean más flexibles, les ayude a estar conectados con su estructura diaria habitual. Tanto si has hecho esto como si no, si a tus hijos les cuesta volver a la “normalidad”, es necesario que sigas los siguientes consejos.
Hazle pensar en la siguiente fiesta
Si tu hijo siente tristeza porque tiene que comenzar las rutinas de nuevo y no le apetece porque le gusta estar sin hacer nada… Háblale sobre cuál será la siguiente fiesta cercana como por ejemplo, el fin de semana. Solo faltan 5 días para dormir un poco más por las mañanas y no tener que ir a la escuela.
Estructura el día
Habla con tus hijos sobre todo lo que tiene que hacer durante el día para que se haga un esquema mental sobre las actividades de su día. De esta manera podrá tener más tranquilidad sobre lo que tiene que hacer, teniendo una estructura mental sobre lo que hará por la mañana, al medio día o la tarde y noche. Esto le aportará tranquilidad emocional y estabilidad mental.
Piensa en positivo
Tienes que ser un buen ejemplo para tus hijos y evitar la tristeza del lunes o la tristeza después de las vacaciones por volver al trabajo. Si tienes una actitud de tristeza o melancolía porque tienes que volver a tus rutinas, tus hijos aprenderán sobre eso e imitarán tu conducta por lo que también mostrará una actitud negativa ante la vuelta a la rutina.
En este sentido, es necesario que seas un ejemplo para tus hijos y puedas sacar todo lo bueno que tiene un día nuevo. Piensa en todas las cosas buenas que pueden pasar en este día de comienzo de rutinas. En el caso de tu hijo, puedes decirle que volverá a ver a sus amigos, que seguro que aprenderá muchas cosas en la escuela y que estará a gusto. Recuerda que lo más potente para un niño es que le enseñes con el ejemplo de tus acciones, ¡más que con tus palabras!
De esta manera, a partir de ahora, tus hijos podrán tener una actitud más positiva cuando se acaben los días de fiesta o incluso los fines de semana. Se darán cuenta de que las cosas están para disfrutarlas tanto si son cosas “diarias y normales “ como los días de fiesta para el descanso y la desconexión. Todo tiene partes buenas en la vida y hay que vivir el presente para poder disfrutar del futuro. Volver a la normalidad después de las vacaciones no es fácil para muchos, pero es necesario tener una buena transición.