Una buena depilación es totalmente necesaria para sentirnos bellas y cuidadas. Es un básico que no se debe dejar a un lado aunque nos encontremos en invierno, sobre todo hoy en día, que hay todo tipo de productos que nos facilitan el proceso. Pero ante tanta oferta también podemos vernos un poco perdidas a la hora de escoger el tipo de depilación que mejor nos va en cada momento.
Vamos a repasar algunos de los tipos de depilación más utilizados, para que cada una pueda ver cuáles son los pros y los contras. Así será más fácil elegir entre ellos dependiendo de lo que estemos buscando en cada momento. No hay que dejar de tener una perfecta depilación ni en invierno, porque es una forma de sentirte más bella.
Crema de depilación
Estas cremas son muy habituales en el mercado, y tienen la gran ventaja de que son suaves y rápidas. Simplemente tienes que aplicarla sobre la zona a depilar y dejar actuar unos minutos. El pelo se debilita y después solo tienes que pasar agua o una paleta que viene con la crema, dependiendo del tipo que sea. Tienen un olor muy agradable, y desde luego no conlleva un gran riesgo, solamente la gente con piel sensible puede notar irritación, en cuyo caso tendrían que escoger otro tipo de método.
Depilarse con cuchilla
Esta es una técnica que todas hemos utilizado un millón de veces. Es práctico, muy barato, ya que una cuchilla dura bastante, y súper rápido. Es un método interesante si tenemos que arreglarnos rápido y no tenemos tiempo de depilarnos a fondo. Sin embargo, tiene el riesgo de que podemos cortarnos sin querer. Otro gran inconveniente es que, como con la crema, la raíz sigue ahí, por lo que el pelo crece enseguida.
Depilarse con cera
Este es un método más duradero y muy utilizado. También está la alternativa de las máquinas depilatorias, que tienen el mismo efecto, ya que arrancan el pelo de raíz. Un inconveniente para muchas es que la cera es dolorosa, pero desde luego dura mucho más que la cuchilla, por lo que es un método más usado durante el verano. Además, hay que utilizar cera en exclusiva, para evitar afecciones en la piel. Si tienes piel sensible es mejor evitarlo, ya que puede provocar una buena irritación.
Depilación láser
Con la depilación láser estamos utilizando una técnica que destruye el folículo piloso impidiendo que el pelo vuelva a salir. Es un método bastante más caro, ya que hay que realizar varias sesiones con determinado coste. Lo ideal es que el pelo sea grueso y negro, ya que el pelo más fino y claro tarda más en desaparecer, ya que el rayo láser no lo capta tan bien. Es algo dolorosa, si el láser coge el folículo bien, y lo pueden poner en determinadas intensidades, cuanto más alta, más rápido desaparece, pero también duele más. Hay muchos lugares que ofrecen este tipo de depilación, pero hay que buscar un lugar de fiar, ya que a veces las ofertas implican que utilicen poca intensidad para que necesites más sesiones.
También es un tratamiento de depilación defintivia, por lo que tras unas sesiones te puedes olvidar del vello. No obstante, este tipo de depilación no deja de tener sus inconvenientes. Especialmente en las pieles más sensibles, que pueden presentar algunos daños debido a la intensidad energética. En este caso, es mejor consultar a profesionales para que evalúen tu caso particular.
Depilación con hilo
Este método es bueno para lugares pequeños, como el vello facial. Se suele utilizar en la depilación de cejas, y es más suave que la cera o las pinzas. Se utiliza un hilo enroscado que va cogiendo los pelos al mismo tiempo que se da cierto masaje en la zona, por lo que casi no se nota. Elimina hasta los pelos más pequeños, por eso es muy efectivo en el vello de la cara, más fino y difícil de coger. También lo elimina de raíz, por lo que es recomendado.
Luz pulsada
La luz pulsada o IPL es un método de fotodepilación que aplica un haz de luz multicromática con diferentes longitudes de onda y frecuencias. Gracias a la melanina presente en los tejidos se permite propagar la energía transmitida por esta luz para que viaje hasta el folículo piloso, debilitándolo. Es decir, se centra en la raíz del vello y tras varias sesiones hace que no vuelva a crecer más.
Por tanto, se trata de un método seguro para la depilación definitiva. A pesar de ser depiladoras más caras que las anteriores, ofrecen resultados permanentes para que ya no te tengas que volver a preocupar por el vello. Tan solo aplicar algunos tratamientos de mantenimiento cada año. El punto negativo es que necesita un tono de piel claro y colores de vello más oscuros para funcionar. Algo que en otros métodos de depilación es indiferente
Facial
Algunas depiladoras eléctricas o IPL tienen casquillos o cabezales especialmente diseñados para la depilación facial. Por tanto, podrás aplicar el tratamiento también a las zonas como el bigote, entrecejo, etc. Incluso, algunas puede que tengan accesorios más específicos para repasar las patillas o reducir el volumen de las cejas.
Dependiendo del tipo de depiladora facial, el tratamiento puede ser tanto definitivo con la fotodepilación facial, como temporal si se trata de una depiladora de pinzas. Por supuesto, en esta zona de la cara también tendrás las mismas ventajas y desventajas citadas en los tipos de depilación anteriores.
Los tratamientos de depilación facial, como los IPL, no son unisex. Es decir, al igual que muchas depiladoras pueden ser tanto para hombre como para mujer, en el caso del tratamiento facial el vello del hombre es muy diferente y no son efectivos para él.
Cejas
Algunas depilaoras del mercado están especialmente diseñadas para depilar la zona de las cejas. Estas depiladoras eléctricas tienen forma de stick, con un cabezal práctico para poder repasar el contorno de tus cejas con total seguridad. Así puedes eliminar el vello como lo harías con otros métodos para esta zona como el hilo o las pinzas.
Además, algunas incluyen peines-guía que puedes intercambiar para reducir el volumen de tus cejas, si las tienes muy pobladas y quieres eliminar algo de vello de forma sencilla. De este modo, simplemente pasando la depiladora de cejas sobre la ceja eliminará el sobrante de vello que no quieres.
Corporal
La mayoría de depiladoras eléctricas sirven para cualquier zona del cuerpo. Son unisex, por lo que sirven tanto para la depilación masculina como femenina. No obstante, aunque puedan usarse en cualquier zona, algunas están concebidas de forma específica para facilitar que puedas eliminar todo el vello de las zonas más complicadas.
Por ejemplo, existen muchas depiladoras que incluyen un mango extensible para poder eliminar el vello de toda la espalda de forma fácil, sin necesidad de ayuda. Otras tienen modos suaves para zonas sensibles como las ingles o genitales, bajando las revoluciones de rotación para reducir el daño.
Sugaring
Puede parecer raro, pero la depilación con azúcar es otra modalidad. Consiste en aplicar una pasta de azúcar y agua a temperatura ambiente que se adhiere al vello, pero no a la piel. Ahí radica su clave, y después se usa un tirón para poder arrancar el vello de raíz.
Dura unas 3-4 semanas, como la cera y otros métodos. Funciona también para el vello corto y es muy económico, e incluso se puede hacer en casa. El problema es que es muy lento y algo doloroso.
Depilación brasileña
Con los bikinis cada vez más reducidos, y también alguna ropa interior femenina, la depilación del pubis se ha hecho cada vez más sofisticada.
Para conseguir las famosas ingles brasileñas se pueden emplear varios métodos y con varios resultados o estilos diferentes. Por ejemplo la depilación total donde se elimina todo el vello, la decorativa que se hacen formas (corazón, rombo, estrella, etc.), la brasilené (se deja una forma en V), la americana (se deja una línea delgada en el centro), etc.
En cuanto a métodos, la más extendida en la actualidad es la fotodepilación de la zona, o también mediante cuchilla o cera…