Es cierto que no podemos detener el tiempo, por más que queramos. Pero sí que podemos hacer que pase un poco más lento sobre todo en cuanto a la piel se refiere. Así que, es el momento de apostar por una rutina anti-edad que cuide de tu piel como bien te mereces. Lo que se traduce en que las arrugas o líneas de expresión se queden en un segundo plano.
Claro que para todo ello, debemos tener un poco de paciencia, ya que los resultados no se pueden ver de un día para otro. Así que, además de esa paciencia que mencionamos también necesitamos de la constancia. Verás cómo solo así, y poco a poco, notarás los cambios que bien te mereces. ¿Comenzamos el proceso?
La limpieza de la piel siempre entra en la rutina anti-edad
Cuando hablamos de una buena rutina para la piel, está claro que la limpieza siempre tiene que estar presente. Debes realizar tu rutina de limpieza tanto por la mañana como por la noche. Primero porque vamos a preparar la piel y luego, porque eliminaremos todo tipo de impurezas, tanto de maquillaje como la suciedad que se puede acumular a lo largo del día. Como no, también podrás decir adiós al sebo con una buena limpieza. Lo mejor de todo es que podrás hacerte con un limpiador destinado a este trabajo y será tu mejor aliado. Claro que debes acordarte de lavar la cara con agua templada y una vez seca, podrás aplicar dicho producto o agua micelar, que también es una buena idea. Tras todo ello, aplica tu crema hidratante para un mejor resultado.
Exfoliar la piel una vez por semana
Sabemos que otro de los puntos más positivos para nuestra piel es realizar una exfoliación. Pero como no queremos pasarnos, nada como realizarla una vez cada semana. Ya sabes que hay productos específicos para ello o bien, la podemos hacer de tipo casero. Sea como fuere, es perfecta para eliminar células muertas y como no, dejará atrás los puntos negros o espinillas. Si tienes la paciencia y también la insistencia de mantener una rutina así, notarás como poco a poco tu piel se deja ver más renovada y más sedosa que nunca.
¡Qué no falte la hidratación!
Sin duda, después del tratamiento que nos hagamos siempre tenemos que mantener la buen hidratación en nuestra piel. Porque esto hace que proteja la piel, que haga una barrera en ella y que la fortalezca. De modo que cada zona del rostro puede estar más segura y más cuidada cuando la hidratamos cada día. La suavidad llegará a nosotros y nos aportará ese grado de agua que no siempre tenemos. Rellenaremos las arrugas porque le estaremos dando todas las propiedades necesarias. Desde las vitaminas hasta los minerales. Así que, es uno de esos pasos que nunca debemos olvidar. Para ello siempre puedes hacerte con una crema específica para cada tipo de piel. Ya que en ellas encontrarás tanto la vitamina C como el ácido hialurónico, que este sí que se encarga de rellenar las líneas de expresión. Así como ingredientes en forma de retinol y otros muchos que son realmente necesarios.
Completa tu rutina anti-edad con una buena alimentación
Aunque siempre lo enfocamos todo a las cremas o a los remedios que poner sobre la piel, no siempre es lo que necesitamos. Sino que debemos completarlo con algo más. En este caso será la alimentación. Así que, una combinación así hará el doble de efecto en nuestro cuerpo y rostro. Ya todos sabemos el paso que debemos dar y es que necesitamos apostar por los alimentos naturales y frescos, las verduras, las proteínas y como no, los carbohidratos. Un poco de ejercicio, tampoco te viene nada mal y a parte de sentirte bien por dentro, también lo notarás por fuera gracias a esta rutina anti-edad