Si quieres sacar brillo a la vitrocerámica, recuerda que los trucos de limpieza pueden ser muy variados y por probar nuevos, nunca está de más. Del uso diario es habitual que la vitro vayan perdiendo ese brillo que tanto nos gusta y que le otorga un toque elegante a la cocina. Así que, aunque tu limpiador de siempre seguro que hará el trabajo sucio, te proponemos unos consejos a seguir.
Seguro que la gran mayoría de los ingredientes los tienes por casa y es que los trucos de limpieza no tienen que ser complicados, sino todo lo contrario. De manera que así podamos ver resultados sin gastar ni mucho tiempo ni tampoco dinero. ¡Devolver el brillo a tu cocina es posible!
Sacar brillo a la vitrocerámica con limpiacristales
Aunque tiene el nombre de limpiar los cristales, el limpiacristales parece que tiene más usos. Uno de los más especiales es lo que verás en tu cocina, pero antes debes lavar bien la zona con agua y jabón para ir frotando con un paño que no raye. Cuando esté limpio, vamos a pasar el limpiacristales y con un nuevo paño seco le daremos varias pasadas hasta que el brillo que apodere de nuestra cocina. ¡Te encantará el resultadoal devolver el brillo a uno de los espacios más importantes de tu hogar!
Vinagre de limpieza con bicarbonato y limón
No es de extrañar que alrededor de los fuegos de la vitro se forme una especie de suciedad que no es tan sencillo eliminar. Al pasar la bayeta aún parece que se notan más. Por eso, ahí entra en juego este otro consejo que viene acompañado de vinagre de limpieza con bicarbonato y limón. Primero debes mezclar un poco de bicarbonato con agua para conseguir una pasta. La vas a extender por toda la zona a tratar y esperarás unos 6 o 7 minutos que actúe. Durante este tiempo vas a rociarla con un poco de vinagre de limpieza. Finalmente, retiras, aplicar un poco de zumo de limón y verás el brillo que te quedará.
Amoniaco
Como bien sabes, al usar amoniaco siempre debemos ser cuidadosos. Hacerlo en un ambiente bien ventilado y usando guantes, porque es un producto bastante tóxico. En este caso serán suficientes unas cinco gotas del mismo que las echaremos en un recipiente con agua caliente. Se aplica con una bayeta frotando bien en las zonas más sucias o con esa suciedad incrustada. Finalmente retiramos con otra bayeta y pasamos un trozo de papel de cocina para darle brillo. Estos trucos de limpieza harán que tu cocina vuelva a ser la que era y que realmente parezca como recién comprada.
Agua caliente para la vitrocerámica
Para la limpieza de todos los días, es aconsejable apostar por el remedio más básico y sencillo que es el agua caliente con jabón neutro. Puedes escurrir bien una bayeta con ellos y pasarla por la cocina. Ya que realmente no estará demasiado sucia y ese paso servirá. Recuerda hacerlo siempre cuando la vitrocerámica esté fría y usando paños que sean suaves para evitar que se arañe más de la cuenta. Además, para secar bien la humedad, conviene pasar una servilleta o papel de cocina. De este modo también le devolveremos el brillo que tanto necesitamos ver.
Pasta de dientes para los arañazos
De vez en cuando nos parece ver cómo los arañazos sobresalen en la vitrocerámica. Pues bien, no debes desesperarte porque puedes usar un poco de pasta de dientes para controlarlos. Vas a extender la pasta para que los cubra bien, puedes hacerlo con un paño o bayeta. Luego con un paño totalmente seco, retiras los restos asegurándote de que no queda ninguno antes de volver a usar la cocina.