La rosácea es una enfermedad que afecta normalmente a la zona del rostro y que puede causar molestias y problemas, no solo en la piel sino también a nivel psicológico. Evidentemente, ante cualquier problema de piel siempre se debe acudir a un dermatólogo en busca de una consulta especializada con la cual tener una visión global del problema y de las posibles soluciones.
De todas formas, os daremos algunos remedios caseros para la rosácea que se han utilizado desde hace muchos años para tratar un problema común de la piel. La rosácea es un problema de inflamación de los vasos sanguíneos que afecta normalmente al rostro y que se traduce en rojeces en la piel y un aspecto de inflamación.
Qué es la rosácea
La rosácea es una enfermedad de la piel que puede surgir en personas de 30 a 50 años y que se caracteriza por la inflamación de los vasos sanguíneos. En principio se puede ver como un enrojecimiento de la parte frontal de la cara, sobre todo en la zona de las mejillas. Esto puede ir evolucionando hasta aparecer vasos sanguíneos visibles e incluso granos. Es posible que se de el engrosamiento de la piel y también de la zona de la nariz, algo más habitual en los hombres, lo que hace que parezca que tiene un tamaño mayor. En ocasiones puede afectar a los ojos con inflamación en ellos y con la sensación de tener algo dentro, lo que aporta molestias. Este tipo de enfermedad, como otros problemas de la piel, suele aparecer en brotes ocasionales que van desapareciendo. De todas formas, un buen tratamiento y medidas preventivas pueden ayudar a remitirlo o a que aparezca con menos virulencia.
Tratamiento de la rosácea
Siempre hay que acudir a un dermatólogo para que recomiende el tratamiento para la rosácea. En el caso de administrar cremas con corticoides o con antibióticos se debe tener cuidado, ya que pueden hacer que el brote aumente al dejarlos y la piel se acostumbra a este tipo de tratamientos, atrofiándola y estropeando su protección natural.
Factores que empeoran la rosácea
Hay algunos factores que se han visto que aumentan las posibilidades de que aparezca una rosácea en el rostro. Por eso debemos evitarlos para que esta no se manifieste de nuevo. El ejercicio intenso es uno de ellos, pero también los baños muy calientes o el frío intenso. Hay que evitar las temperaturas extremas y protegerse el rostro del sol directo, del frío o del viento.
Otra cosa que debemos tener en cuenta es la higiene y los hábitos de limpieza del rostro. Hay que evitar exfoliar y utilizar herramientas que puedan ser abrasivas, como los cepillos faciales o las esponjas que rasquen. En este tipo de piel hay que usar productos para piel sensible que no tengan ni aromas ni una química muy fuerte para la piel.
Remedios caseros
Los remedios caseros se centran en utilizar ingredientes que ayuden a reducir la inflamación y que sean antimicrobianos para evitar las infecciones de la piel. La manzanilla puede ser un buen remedio para aliviar directamente la piel. Es una infusión muy suave que se puede utilizar empapando un algodón y dando pequeños toques sobre el rostro.
Otro remedio consiste en utilizar rodajas de pepino o una crema realizada con un pepino. Este pepino debe dejarse a temperatura ambiente para que no moleste en la piel. La crema es ideal para la piel, pero debe aplicarse en el momento de hacerla para que no pierda sus propiedades antiinflamatorias. Se aplica la crema o el pepino recién cortado y se pone en la piel o los ojos. Como bien sabemos, es un antiinflamatorio natural que cuida la piel.