Disfrutar de una relación saludable es a lo que aspiran la gran mayoría de las parejas de hoy en día. Sin embargo para conseguir este tipo de relación hace falta una gran implicación de las partes y mucho esfuerzo. Las relaciones tóxicas están a la luz del día y son muchas las parejas las que se terminan rompiendo.
En el siguiente artículo te hablamos de una serie de elementos que no pueden faltar a la hora de poder de disfrutar de una relación sana.
Qué elementos son esenciales y necesarios para que una relación sea considerada como saludables
Hay una serie de aspectos o elementos que deben cumplirse para que una pareja sea considerada saludable:
Ser feliz uno mismo
Para conseguir que una determinada relación sea saludable hay que empezar por ser feliz uno mismo. El sentirse satisfecho de una manera plena repercute directamente en la relación de pareja. La felicidad debe empezar por uno mismo y seguidamente en la pareja. No se puede tener dependencia emocional de la pareja, ya que con ello no se consigue ser feliz y provoca cierta toxicidad en la relación.
Tener límites y respetarlos
El segundo paso para conseguir una relación sana es la de fijar una serie de límites y conseguir que la pareja los respete. No se puede permitir que la pareja influya de manera directa en tales límites, ya que ello puede producir sentimientos negativos y perjudicar a la relación. Es muy importante que la pareja sea capaz de respetar dichos límites ya que de lo contrario la relación se vuelve dañina a la vez que tóxica. El respeto de dichos límites debe ser en todo momento mutuo. No vale respetar los límites establecidos por la pareja cuando ésta no respeta los de la otra parte.
Saber respetar opiniones distintas
Las discusiones y los desacuerdos son normales en cualquier relación. Para que la misma sea saludable hay que respetar dichas opiniones a pesar de que sean contrarias a lo que se piensa. No pasa nada por tener ciertas diferencias con la pareja, ello es algo normal que puede repercutir de manera positiva en la propia relación. El respeto mutuo favorece que el vínculo creado sea saludable y las partes sean felices.
Compromiso con la pareja
El compromiso es algo que redunda en el beneficio de la relación. Ello significa apoyar a la pareja cuando lo necesite. Dicho compromiso debe ser mutuo para que haya cierto bienestar en la propia relación. No es lo mismo el estar solo ante momentos duros que el sentir que la pareja te apoya de una manera incondicional. Si no hay ningún tipo de compromiso no se puede pretender que la relación de pareja sea sana.
Hay que ser honesto
Ser honesto es clave para que una relación sea saludable y feliz. En ocasiones la verdad puede ser resultar muy dura pero mucho peor es optar por la vía de la mentira. Con mentiras continuas la confianza y la honestidad desaparecen por completo, dañando seriamente el vínculo creado entre las dos personas. La honestidad y ser franco con la pareja ayuda a fortalecer el vínculo creado.
Dedicar tiempo a uno mismo
En una relación saludable ambas partes deben tener tiempo suficiente para uno mismo. Es importante el tiempo en pareja aunque también lo es el que cada persona dedica a uno mismo. La individualidad y la intimidad es clave para que una relación sea saludable. Poder disfrutar de determinadas actividades de manera personal ayuda a enriquecer el vínculo y hace que la pareja crezca y se haga más fuerte.
En definitiva, construir una relación sana y libre de toxicidades no es nada fácil ni sencillo. El compromiso de las partes y el esfuerzo son clave para conseguirlo. Por desgracia son muchas las parejas las que a día de hoy son incapaces de ser felices y de construir una relación basada en el amor y en el afecto mutuo.