Las varices pueden aparecer sin que queramos, pueden llegar a ser antiestéticas e incluso dolorosas. Pueden ocasionar diversos síntomas y dar lugar a ciertas complicaciones si no se tratan.
Las varices son pequeñas dilataciones de las venas que por varias razones, no se cumple correctamente la función de llevar la sangre de retorno al corazón y por tanto se acumulan en ellas, se ensanchan y se tuercen. Nosotros llamamos varices a las venas gruesas que aparecen en las piernas, sin embargo, también pueden surgir en otras partes del cuerpo como en el esófago, que se denominan varices esofágicas, en la zona del ano, que son las hemorroides o en los testículos, conocidas como las varicoceles.
¿Por qué aparecen las varices?
Los factores por los que aparecen se deben a distintas causas, se estima que entre un 10% y un 15% de las personas las llegarán a padecer. Son las mujeres de avanzada edad las que están en el grupo con más tendencia a sufrirlas.
Las varices son antiestéticas, aunque no hay problema para vivir con ellas. Este problema vascular afecta a un 40% de la población, sobretodo a partir de 50 años.
Son las razones genéticas y hormonales las que dictaminan si padeceremos o no varices. Por lo general no son un problema grave de salud, aunque un caso de cada cien puede producir úlceras de difícil cicatrización, hemorragias o trombosis.
Por estas pequeñas cosas, es muy importante aprender a prevenir su aparición o cómo hacer para que no vayan a más si ya las tienes.
La herencia familiar es determinante, ya que son los antecedentes familiares los que casi determinan si las tendremos o no, alrededor de un 90%. Las varices aparecen cuando las válvulas internas de las venas sufren una alteración, se produce esa dilatación y surgen.
Durante el embarazo también pueden surgir debido a los cambios hormonales, o un 18% de las mujeres aprecian su aparición por culpa de los anticonceptivos. Por otro lado, el sedentarismo o la obesidad también son otros factores de riesgo que están asociados con con la aparición de varices.
Profundizando en el caso de las embarazadas, si las mujeres notan varices en las piernas suelen desaparecer una vez han dado a luz. Sin embargo, las piernas son más sensibles en el segundo embarazo, por lo que si vuelven aparecer es probable que se quede.
Prevén las varices
- Reduce la sal en las comidas.
- Utiliza zapatos de tacón bajo y utiliza ropa que no te apriete demasiado.
- Baja de peso si tienes obesidad para que tus piernas no sufran tanto.
- Evita el calor directo de radiadores o braseros.
- Camina al menos media hora todos los días, aunque es recomendable caminar más.
- Si en tu trabajo estás de pie durante largas horas, utiliza medias de compresión para mejorar la circulación.
Tipos de varices
No todas las varices son iguales, por lo que encontramos distintos tipos de clasificación para poder entender cuáles son más graves o menos graves.
- Varices grado I o varículas: las venas son finas de color violáceo, aparecen en algunos sitios y se ven a través de la piel. Pueden tener diferentes formas como de estrella, o como pequeñas arañas. Por lo general, son solamente un «problema» estético, porque no suponen ningún problema grave para la salud, aunque en ocasiones pueden dar sensación de pesadez o cansancio en las piernas.
- Varices grado II: estas las venas se van haciendo más visibles y empiezan a notarse ciertos síntomas como pueden ser: calambres, hormigueos, pesadez y cansancio en las piernas, escozor, picores o sensación de calor en las zonas afectadas.
- Varices grado III: en este caso las venas ya están más dilatadas y torcidas. Los síntomas antes citados van aumentando progresivamente, se ve un cambio en la coloración de la piel y más hinchazón.
- Varices grado IV: el último grado que podemos encontrar aparecen zonas con úlceras y zonas con eccemas. Es muy importante no tener que llegar a este grado ya que si aparecen úlceras son muy complicadas de tratar y pueden infectarse fácilmente.