Podrías robarle la ropa a tu novio y nadie se daría cuenta

Es el momento de que podamos llevar la ropa que queramos en el momento que queramos. Los tiempos han cambiado y vemos como se llevan tendencias de todas décadas, todo tipo de largos de faldas, vestidos, pantalones, y camisas. Ahora mismo hay oferta para todo el mundo.

Y otro cambio que hemos estado viendo en los últimos tiempos es el movimiento de la androginia, los cambios de roles, la ropa ya no es de hombre o de mujer, el ungendered. Con este movimiento se han saltado todas las barreras y vemos como los diseñadores no dan género a la ropa, sino que todo el mundo se pone lo que quiere y no importa con que género haya nacido.

Puede que llevemos viendo como desde el principio de la década este movimiento empezó a aflorar, las mujeres comenzaron a ponerse pantalones con pinzas, americanas oversize y se cortaron el pelo a lo pixie. Se podría interpretar en cierto modo como un grito de guerra, lanzarnos a las armas, al cambio, a que se nos tenga más en cuenta. Este movimiento sigue adelante. Ya no hace falta que nos pongamos unos pantalones chinos, puedes incluso ponerte alguna de sus camisas, e irás mucho más femenina sin la necesidad de ir con la prenda más delicada y dulce del mundo. Nos hemos dado cuenta de que la nueva feminidad está alejada de lo obvio y ahora se sujeta en algo más que en vestidos y faldas con vuelo.

Pero es que este tipo de movimientos lo llevan fraguando desde tiempos atrás para defender el carácter de la mujer, ¿Quien no recuerda a Marlene Dietrich con su icónico traje? ¿Todo lo que consiguió Coco Chanel poniendo a la mujer prendas que solo estaban destinadas al hombre? o Yves Saint Laurent cuando puso un traje masculino a la mujer, en su infinita búsqueda estética de alejar a la mujer de ser un objeto sexual y que la viesen como algo más.

Algunas prendas que no puedes olvidar, si te gusta esta estética,  ya sea cual sea tu estilo la tendencia masculina tienen hueco en tu armario. Un traje de chaqueta o unos zapatos oxford, que se convirtieron en un básico a principios de la década, puede que ahora hayan perdido algo de poder, pero están ahí. Las camisas de tu chico o de tu padre, no hay nada más sexy que una camisa que la puedas llevar como vestido.

Las prendas masculinas han conseguido una feminidad más sutil, pero interesante y muy sexy, no es necesario caer en lo obvio. Probablemente las mujeres que le gusten el estilo Tomboy son mujeres seguras de sí mismas e independientes y divertidas. Lo hemos visto en pasarela, también en alfombras rojas. Esta estética da alas a la mujer y le aporta mucho más de lo que nos imaginamos.