La alimentación diaria es uno de los factores más importantes para nuestra salud. Es por eso que debemos centrarnos en tener unas pautas con las que fundamentar una alimentación adecuada. Esto nos ayudará a mantener una vida mucho más saludable, evitando problemas como el colesterol, el sobrepeso y otras cosas relacionadas con la alimentación.
Hay algunas pautas saludables para tener una buena alimentación diaria que podemos seguir. Aunque podamos llegar a darnos algún capricho lo cierto es que siempre se puede controlar la alimentación para que esta sea sana y equilibrada.
Beber muchos líquidos
Uno de los pilares de una buena alimentación consiste en ingerir muchos líquidos. Esto nos mantiene sanos e hidratados. Se dice que hay que beber al menos dos litros de agua diarios, aunque los líquidos también se ingieren a través de los alimentos, en zumos o en infusiones. Si tenemos sensación de sed es que ya comenzamos a estar deshidratados, un estado que debemos evitar.
Cinco comidas al día
Para mantener los niveles de azúcar en sangre es mejor espaciar las comidas y hacer hasta cinco comidas. El desayuno debe contener hidratos para darnos energía a largo plazo, a media mañana se debe tomar un aperitivo sano y ligero, la comida debe ser variada, siendo la principal comida del día. En la merienda tomaremos otro aperitivo y terminaremos con una cena en la que abunden verduras y alimentos con pocas calorías pero un gran aporte nutricional. De esta forma evitaremos tener sensación de hambre y podremos disfrutar de energía durante todo el día.
Evita hidratos y grasas saturadas
Los hidratos simples y las grasas saturadas son alimentos que se deben evitar, ya que aportan muchas calorías y poco valor nutricional. En general debemos guiarnos por la premisa de consumir en las comidas alimentos naturales, evitando los procesados, los cuales tienen altos niveles de azúcar, sal o grasas saturadas.
Tentempiés sanos
Entre horas solemos picar alimentos calóricos porque tenemos hambre y resultan muy apetecibles. Sin embargo, debemos acostumbrarnos a preparar tentempiés que sean totalmente sanos. Por ejemplo, tomar una pieza de fruta con un puñado de frutos secos puede ser una buena idea. En los tentempiés debemos escoger alimentos que sean saciantes pero no contengan muchas calorías. Para esto las frutas son ideales, aunque también podemos disfrutar de verduras crudas como las zanahorias, los frutos secos con moderación o algún lácteo como un yogur desnatado.
Comer fuera de forma sana
Una de las cosas que más nos dificulta el alimentarnos de forma sana es comer fuera de casa. En estos casos ocurre que solemos decantarnos por menús con muchas grasas y calorías o por alimentos que no son muy sanos. Además, como no controlamos la preparación de la comida puede que le añadan demasiadas salsas o sal. No obstante, cada vez hay más opciones sanas en los menús para elegir comidas que no nos pasen factura. Optar por ensaladas, platos a la plancha, pescados blancos y cocina tradicional son siempre buenas ideas.
Consulta con un profesional
Si vamos a realizar cualquier tipo de dieta o una modificación en nuestra alimentación es muy importante tener en cuenta que debemos ponernos en manos de profesionales. Es sencillo llevar una alimentación equilibrada y sana si estamos en un perfecto estado de salud, pero si esto no es así necesitaremos la supervisión de un profesional. Es mejor acudir al médico de cabecera para que nos ofrezca algunas pautas o nos recomiende la visita a un nutricionista. Sea como sea, no se debe iniciar ninguna dieta en la que se restrinjan alimentos sin previa supervisión, ya que esto puede traer consecuencias a largo plazo en nuestra salud.