Cuando una pareja se convierte en padres por primera vez, la pareja puede verse resentida y el matrimonio puede comenzar a hacer aguas. El cansancio, la falta de sueño, el aumento de responsabilidades de golpe, la falta de comunicación, el cuidado del bebé, las tareas del hogar… Son muchas las cosas que pueden hacer que una pareja comience a tener problemas, porque no es lo mismo vivir como pareja que vivir como padres y pareja.
Es necesario encontrar el equilibrio como padres y pareja para que de esta manera, no existan problemas en el matrimonio y además de serlo, os fortalezcáis como pareja y nada ni nadie pueda acabar con vuestro amor nunca. Además, unos padres que se aman de forma saludable podrán ser mejores progenitores, porque antes de serlo hay que ser pareja. No dejes que el estrés de la paternidad/maternidad te quite el amor que tienes hacia tu pareja.
No hay duda de que tener un hijo puede convertir un matrimonio en un completo caos, lo que hace que tanto tú como su pareja os sintáis solos a veces. Pero después de el tiempo que lleváis juntos, criar a vuestro hijo debe ser algo que os haga prosperar emocionalmente tanto como pareja como familia. Para conseguirlo, no te pierdas estos consejos que harán que tu familia se construya con una base sólida.
7 consejos para fortalecer tu familia como padres y tu matrimonio como pareja
- Eres el padre o la madre. Tú conoces a tu hijo mejor que cualquier tora persona. Tú eres quien debe decidir junto con tu pareja qué es lo mejor para tu hijo, nadie más.
- Animaos mutuamente. Hay una curva de aprendizaje durante esta nueva etapa de su vida: como pareja, como padres y como persona. Pon paciencia y aliento en la parte superior de tu lista.
- Mantened respeto mutuo. Los dos lo hacéis lo mejor que sabéis, os esforzáis. No ridiculices los errores de tu pareja y ayúdale a mejorar si es necesario.
- Explorad vuestras diferencias. Esto no significa que uno gana y otro pierde, si no que hay más de una forma de hacer las cosas. Aprovechad lo mejor que cada uno tiene para ofrecer como padre.
- No es una competición para saber quién hace más. Todas las contribuciones son importantes. Pide más ayuda si la necesitas, pero pídelo con amor y gratitud en lugar de enfado y expectativas irreales.
- Habla sobre tus miedos. Ambos podéis tener miedos. Los temores no revelados son potencialmente una de las principales causas de tensión en su relación.
- Tu pareja también es padre o madre. Una actitud de «ya que estoy en casa más con nuestro hijo, mis decisiones tienen más peso» solo alejará a tu pareja y creará una brecha entre vosotros dos. Considera todas las opciones para que ambos os sintáis igualmente valorados.
Recordad que es muy importante también que manteáis una buena comunicación abierta desde el respeto y el amor, que habléis sobre cualquier cosa que os preocupe. Pero sobre todo, no debéis olvidar mantener viva la chispa de vuestro amor potenciando momentos íntimos tanto emocionales como pasionales.