Cuando hablamos de masturbación, puede que todavía exista gente que se sienta intimidada o algo molesta, ha sido un tema tabú durante mucho tiempo, sin embargo, actualmente, podríamos decir que tanto hombres como mujeres consiguen hablar del tema de forma más natural y cómoda.
Alrededor de la masturbación, siempre ha existido una muy mala publicidad, las cuales, desmitificaremos con datos y contándoos cuáles son los beneficios de la masturbación para el ser humano.Tenemos que ser conscientes que la masturbación tiene muchos beneficios para nuestra salud, tanto a nivel mental como físico. Hoy entendemos que el placer siempre va asociado a la felicidad, masturbarse es positivo para conocer nuestro cuerpo para después poder disfrutar en pareja.
Es muy importante conocerse a uno mismo, saber lo que nos gusta, lo que nos excita y lo que no nos gusta. A continuación, os contaremos cuáles son esos magníficos beneficios de la masturbación.
Beneficios físicos de la masturbación
La masturbación nos ofrece una serie de ventajas físicas que se aprecian en nuestro cuerpo. ¡Toma nota y tenlo en cuenta siempre!
- No hay mejor analgésico natural que mantener una relación física satisfactoria. Llegando al orgasmo conseguimos liberar tensiones y relajarnos completamente.
- Si padecemos dolor de cabeza es una práctica que deberías emplear para evitarlos.
- Puede quitar el dolor y malestar menstrual.
- El placer permite mantener tus genitales en buena salud, ya que cuando estamos excitados lubricamos y esto es beneficioso.
- Por otro lado, nos ayuda a mantener un sistema inmune fuerte.
- Nos ayuda a prevenir infecciones.
Beneficios psicológicos de la masturbación
Los beneficios comentados anteriormente, son los que nos produce la masturbación en el organismo. Ahora es el momento de hablar de los beneficios psicológicos, que tanto mujeres y hombres pueden sentir con la masturbación.
- Es una forma muy eficaz de conseguir un sueño instantáneo.
- El cuerpo se queda relajado, ayuda a liberar la tensión y nos ayuda a conciliar el sueño de manera rápida y eficaz.
- Las personas que están sometidas a mucho estrés, el cuerpo les pide cierta liberación. Con la masturbación lo pueden conseguir, conseguirán sentir tranquilidad y relajación.
- Es ideal para concentrarse, liberar la tensión y mejorar la actividad cerebral.
- Llegando al orgasmo, nos olvidamos al menos por unos minutos de nuestros problemas, y vemos las cosas con otros ojos.
La masturbación te enseña lo que te gusta
Antes lo habíamos comentado, la masturbación nos ayuda a conocer nuestro cuerpo, saber lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Es muy importante, sobre todo para las mujeres porque generalmente, les cuesta más llegar al clímax o al orgasmo. De esta forma, si conocen su cuerpo podrán indicar a sus parejas sexuales lo que les hace disfrutar más, hasta el punto de explotar de placer.
Si uno mismo no conoce lo que le gusta o lo que no, será muy difícil que la pareja sexual pueda adivinar esos puntos que más placer te producen. Debemos conocer bien los genitales, muy pocas mujeres se animan a mirarse ahí abajo con ayuda de un espejo y empezar a conocer su anatomía, si no lo has hecho todavía, te aconsejamos que lo hagas.
No debes sentir vergüenza, muchas personas se masturban a diario y no hay nada de malo en ello, es más, está demostrado que los beneficios son muchísimos, no sólo por el placer que aporta sino por la relajación y la liberación de estrés. Por otro lado, muchas personas consiguen llegar al orgasmo estando solos, sin embargo, son incapaces de comunicarse adecuadamente con su pareja para que pueda llegar a ese nivel. Por esa razón, tenemos que evitar ser vergonzosos y experimentar nuestra sexualidad con total naturalidad.
Esperamos que a partir de ahora, veas con otros ojos la masturbación y la encuentres tan placentera como natural. Porque es uno de los actos más naturales que puede realizar el ser humano, una manera de conocerse a uno mismo y darse placer.
Pero si esque tu ya tienes idea de como es ello y, sabes que al final tu disfrute es solo momentaneo, entonces empiezas a mirarlo ya nó como algo placentero, sinó mas bien, como algo común entre tantos que ya no puedes sentirte único.