La agonía del Mar Menor, un ecosistema en constante peligro

Mar Menor

El Mar Menor, uno de los ecosistemas más singulares de nuestra geografía, vive bajo una constante amenaza. Es así desde hace una década cuando los vertidos procedentes de la actividad agraria y agropecuaria del Campo de Cartagena dispararon la producción de fitoplancton y agravaron el desastre ecológico, uno de los mayores de nuestro país.

La eutrofización de las aguas de la que es la laguna de agua salada más grande de Europa, desemboca en crisis anóxicas que provocan la muerte masiva de peces y todo tipo de invertebrados marinos. Un problema grave ante el cual los diferentes gobiernos juegan, para variar, a pasarse la patata caliente.

El Mar Menor

El Mar Menor es una albufera, una de las mayores del Mediterráneo, que ocupa alrededor de 13 500 hectáreas de la costa de la Región de Murcia. Está separada del mar Mediterráneo por una franja de arena de 22 km de longitud denominada La Manga del Mar Menor.

Mar menor

albufera
Del ár. hisp. albuḥáyra, y este del ár. clás. buḥayrah, dim. de baḥr ‘mar’.
1. f. Laguna litoral, en costa baja, de agua salina o ligeramente salobre, separada del mar por una lengua o cordón de arenas, como la de Valencia o la de Alcudia, en Mallorca

Designado por las Naciones Unidas como Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo, es una zona con un gran valor ambiental. Hasta hace una década sus aguas hipersalinas y cristalinas la diferenciaban de otras muchas lagunas litorales europeas. Pero, ¿qué ha ocurrido para que esto cambie?

Fuentes del problema

El Mar Menor lleva décadas sufriendo agresiones, desde la presión de la minería de metales hasta la de la actividad urbanística y sus infraestructuras turísticas asociadas. Estas afectaron la laguna, sin embargo, su funcionamiento básico no cambió sustancialmente hasta el cambio de régimen agrario y los consiguiente vertidos en la década a los 80. Estos son los que han provocado el colapso de la albufera en los últimos años.

Desde la década de 1980, la laguna recibe grandes cantidades de materia orgánica y nutrientes procedentes de vertidos de la actividad agraria y agropecuaria del Campo de Cartagena. Y es que si bien los abonos (nitratos y fosfatos) se vierten en las parcelas de cultivo, terminan por distintas vías llegando a la laguna y eutrofizando sus aguas o lo que es lo mismo, produciendo una sobreabundancia de nutrientes en esta.

Eutrofización

Durante varias décadas, el Mar Menor fue capaz de absorber esta entrada creciente de nutrientes. ¿Cómo? Por tres vías: desnitrificación en los humedales, captura por el fitobentos y explosión de plancton gelatinoso. Sin embargo en 2016 fue incapaz de absorber los nutrientes adicionales de las salmueras tras la desalobración de las aguas subterráneas y el equilibrio se rompió.

El exceso nutrientes disparó la producción de fitoplancton, algas microscópicas mortales para la vegetación del fondo de la laguna. La turbidez del agua y la imposibilidad del a luz de llegar al fondo de la laguna contribuyeron a que en unos meses el 85% de las praderas submarinas hubieran desaparecido. Toda esa materia muerta (plantas y animales) demandó cantidades ingentes de oxígeno y todo ello derivó en unos primeros episodios de anóxia que acabó con la vida de peces y otra fauna diversa.

Consecuencias

La eutrofización crónica mantiene al Mar Menor durante largos periodos en el límite de la hipóxia. Cualquier factor (lluvias torrenciales o altas temperaturas, entre otros) produce ahora crisis anóxicas y muertes masivas de peces e invertebrados marinos. Las consecuencias ambiental son, por tanto, terribles.

Peces muertos

Además, el Mar Menor resulta mucho menos atractivo turísticamente. La crisis ambiental arrastra irremediablemente al sector turístico que vive a expensas de las advertencias de la comunidad científica. Y es que el colapso del Mar Menor, ha hecho que este sea ahora tremendamente vulnerable. Con menos vertidos que antes, el daño ahora es mayor.

¿Conocías la problemática del Mar Menor y sus orígenes? Recuperar la laguna del Mar Menor no es tarea fácil pero es posible si hay voluntad para llevar acabo determinadas acciones de forma contundente.


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  1.   Alberto dijo

    Felicitaciones María, muy buen artículo. Sin duda ayuda a la toma de conciencia sobre los desastres que estamos produciendo en nuestro hogar común.

    1.    Maria Vazquez dijo

      Gracias. A veces hay que hablar también de cosas serias 😉