Derribando algunos mitos de salud

En salud, como en casi cualquier tema, hay muchas leyendas y mitos alrededor de él; pero siempre tiene que haber alguien que desconfíe de casi todo y consiga derribar alguna de estas mentiras o mitos.

De esto nos encargamos hoy en Bezzia, de derribar uno a uno algunos mitos de salud que muchos creen que son certeros.

Primer mito: «El frío nos enferma»

Probablemente sea el mito más grande de todos. Son ya varios los estudios que han demostrado que, si bien en un clima frío tendemos a sentir síntomas de resfriados y gripe, lo cierto es que la temperatura no nos hace más susceptibles a los virus. Además de esto, numerosas investigaciones aseguran, que aún teniendo síntomas de resfriado, la exposición a este clima frío (al menos a temperaturas moderadamente bajas) tampoco empeora el resfriado que tengamos.

A su vez, los especialistas aseguran que durante el invierno es cuando más resfriados se produce porque es el período de tiempo en el que más horas permanecemos en sitios cerrados (por el propio frío), creando así espacios proclives a acumular gran cantidad de virus y gérmenes varios.

Segundo mito: «Leer con mala luz daña la vista»

Lo único que puede causar leer con mala luz o con luz tenue es un molesto dolor de cabeza, pero al contrario de lo que se cree, esta no daña a la vista, al menos no de forma permanente. Cualquier daño aislado que pueda ocasionar a la vista leer con poca luz, se soluciona con un buen descanso durante la noche, y al día siguiente como nuevo.

Otro mito bastante extendido acerca de la visión y de las pantallas, es que mirar estas demasiado de cerca puede dañar los ojos. Tampoco es cierto. Lo único que puede ocasionar, y también es de forma permanente, es dolor de cabeza o visión borrosa. Esto también se soluciona con un poco de descanso.

Tercer mito: «Usamos el 10% del cerebro»

Hace ya algunos años, muchos oradores y gurús de la psicología, han incentivado a sus «seguidores» a potenciar el cerebro, asegurando que tan sólo usamos el 10%. Sin embargo, esta afirmación es falsa y no tiene ninguna credibilidad científica.

Lo cierto, es que se han realizado estudios para identificar la actividad cerebral y no se han visto zonas dormidas del cerebro. Se cree que se quiere pensar que sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro porque nos gusta creer que no hemos alcanzado todo nuestro potencial. 

Cuarto mito: «El chocolate provoca acné»

Otra mentira de las muchas que hay sobre temas de salud. Diversos estudios han certificado que no existen ninguna relación directa sobre el consumo de chocolate y la aparición de acné. Al contrario, otras investigaciones aseguraron que en cambio el estrés sí puede generar problemas de acné.

Los granitos se producen cuando nuestras glándulas sebáceas generan más grasa de la normal y hay demasiadas células de la dermis «dormidas» obstruyendo el paso de este sebo, y por lo tanto, los poros. Es así, como las bacterias quedan atrapadas dentro de los poros y se reproduzcan. Esto provoca hinchazón, enrojecimiento y consecuentemente, el inicio del acné.

Quinto mito: «Podemos contraer una enfermedad de transmisión sexual en un baño»

Los especialistas indican que contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS) en un baño es altamente improbable. Y las razones que dan para desmentir esto es que las superficies duras como es por ejemplo la tapa del inodoro, son incapaces de conducir estas enfermedades.

Se cree, que este mito fue inventado por hombres y mujeres que habían sido infieles a sus parejas. ¿Vosotros qué pensáis de ello?

Sexto mito: «Debes esperar una hora después de comer para meterte en el agua»

¡Cuántas veces nos habrán dicho esto nuestras madres!

Lo cierto es que esperar 60 minutos para zambullirse en el agua después de comer, es un sufrimiento para muchos, entre los que me incluyo; sobre todo cuando es verano y el calor aprieta. Se dice que es posible sufrir un calambre y ahogarse si no se espera a que finalice el proceso digestivo. Lo único cierto de todo esto, es que debido al mayor flujo sanguíneo durante la digestión, puede producirse una disminución de la energía o el vigor. En todo esto influye por supuesto, el tipo de comida que se haya ingerido y la cantidad.

¿Cuál o cuáles de estos mitos os han contado o mencionado más veces en vuestra vida? Yo diría, que en mi caso, el último…


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