La manera de actuar y la expresión de las diferentes emociones van a determinar en gran medida la clase de apego presente en una pareja. El apego depende de manera directa de la personalidad que tenga la persona y de la infancia que ha tenido.
En el siguiente artículo te hablamos de los diferentes tipos de apego que se pueden dar en una relación de pareja y de las características de cada uno de ellos.
Qué entendemos por apego
El apego no es más que la vinculación afectiva que va existir con otra persona. El citado apego se crea desde que el bebé nace y se prolonga a lo largo de toda la vida ya sea con amigos, familiares, hijos o la pareja. El apego que se tiene desde la infancia va a determinar los futuros lazos de la persona con la propia pareja.
Clases de apego en la pareja
- El primer tipo de apego es el inseguro y demuestra una falta de confianza bastante evidente en la pareja. Todo ello desemboca en miedos e inseguridades que no son benefician en nada a la relación de pareja. Hay una dependencia emocional bastante importante y una falta de libertad que hace que el vínculo se haga más débil con el paso del tiempo. Hay un uso continuo de la manipulación emocional con el fin de tener controlada a la pareja.
- El segundo tipo de apego es el distante o frío. En este tipo de relaciones hay una falta de afecto bastante evidente y cada persona demanda su espacio personal. La frialdad a nivel afectivo y emocional se instala de manera permanente en la relación de pareja.
- El tercer tipo de apego que se puede dar en la pareja es el seguro. Esta clase de apego garantiza una continuidad de la pareja a largo plazo. Cada parte tiene su espacio personal y no hay ningún tipo de control. Hay una confianza absoluta en la pareja y ello repercute de una manera positiva en el vínculo creado. La comunicación es fluida y perfecta, algo que es clave a la hora de encontrar las mejores soluciones a los conflictos o problemas que puedan originarse dentro de la pareja
- El último tipo de apego es el conocido como desorganizado y es una mezcla del inseguro y el frío. Las conductas suelen ser explosivas e impulsivas lo que perjudica de una manera directa a la relación de pareja. Las emociones positivas pasan a un segundo plano en detrimento de las emociones de tipo negativas. La frustración está presente en todo momento en la relación, algo que como es de suponer no beneficia a la pareja en sí.
En definitiva, el estilo de apego va a indicar el estado de salud de la pareja. No es lo mismo un apego seguro que otro que es inseguro o frío. El equilibrio emocional es clave a la hora de que el vínculo se haga más fuerte y la pareja llegue a cierto nivel de bienestar o felicidad. Recuerda que el apego se puede modificar y crear una relación de pareja lo más saludable posible.