Tienes todo un año para poder hacer nuevas cosas, porque como mamá, sabes que tienes el tiempo justo para hacer cosas que te gusten a ti, pero también sabes lo importante que es encontrar el tiempo para hacerlo. De esta manera será una mamá mejor y lo más importante, ¡más feliz! El comienzo de año debe sumarte motivación y es que debes estar seguro/a de que realmente quieres lo mejor para ti y para tu familia.
Lo que ocurre es que estás ocupada y cuando no lo estás, estás demasiado cansada como para hacer otras cosas… es difícil cambiar los hábitos y añadir otros nuevos cuando tienes que hacer tantas cosas que hacer: cambiar pañales, lidiar con rabietas o las dificultades de los adolescentes. ¡Ser madre no es tan fácil como te imaginabas antes de serlo! ¡Por eso, este año, te animamos a que hagas resoluciones más amables y conscientes! Puedes empezar con hacer estas resoluciones…
Deshazte de la culpa de madre
Cuando eres madre, cualquier cosa puede convertirse en una razón para sentirte culpable y como si «no fueses lo suficientemente buena». Lo que no es algo malo, porque nuestro trabajo es cuidar, nutrir, preocuparnos, y ser «suficientemente buenos» es solo una parte esencial de ser una madre.
La culpa de la madre y sentir que no eres lo suficientemente buena es posible que te golpee en el corazón demasiadas veces. Cualquier “pequeña” cosa, puede desestabilizar tu estado emocional y hacer otras “pequeñas” cosas puede quitarte tiempo extra para ti (como mirar demasiado tiempo las redes sociales). Malgastar tu tiempo en cosas innecesarias pueden agotarte y contribuir a que te sientas insatisfecha, agotada y no lo suficientemente buena para tus hijos ni para ti misma.
Busca tiempo para ti
Para cuidar de tu familia, necesitas cuidarse a ti misma primero. Entonces, disminuye la velocidad y relájate un poco, incluso si es solo por 10 minutos cada día.
Es fácil perderte entre tu familia y que no te encuentres, es decir, que no tengas tiempo tampoco para ti… ¡la maternidad es una locura! Pero no puedes olvidarte de ti… es por eso que es tan importante que te dediques por lo menos 10 minutos al día para ti. Para cuidar de tu familia recuerda: tú vas primero.
Deja de compararte con otras personas
Lactancia materna, que tus hijos duerman más o menos, disciplinar a los hijos… son muchos los ámbitos en que te puedes comparar casi sin querer con otras madres… pero eso no te ayudará a ser mejor de ninguna manera. Tú eres tú y solo por eso ya eres maravillosa para tus hijos. Que tú hagas las cosas diferentes que otra mamá no significa que tú lo hagas mejor o peor que la otra mamá, y a la inversa igual.
Es primordial que dejes de comparar, de emitir juicios, de hacer comentarios sarcásticos en redes sociales a otras madres que piensan o hacen las cosas diferentes a cómo tú crees que es mejor… Es hora de empezar a mostrar más amabilidad, amor y comprensión hacia otras mamás y cuando lo hagas, ¡recibirás lo mismo!