A muchas mujeres nos sucede, cuando sentimos que tenemos que romper con algo, no necesariamente se tiene que tratar de una ruptura sentimental, sentimos o tenemos la poderosa necesidad de cambiar de look drásticamente y cortarnos el pelo. ¿Recordáis cuando por ejemplo Britney Spears se rapó la cabeza por allá por el 2007? A este hecho, es decir, a cortarse el pelo como símbolo de «rupturas» se le conoce en inglés como ‘breakup hair’.
Como decíamos antes no siempre tiene que ver con una ruptura o problemas con la pareja, sino que hablamos de «rupturas» en término más generales. Nos cortamos el pelo como forma de canalizar sentimientos llevándolo al exterior con un cambio de look y apariencia, y dependiendo de la persona, algunas veces de más radical que otras.
Según la especialista Laura Berman, cuando se produce este tipo de ruptura vital, son más frecuentes los cambios de looks en cortes que en temas de coloración. Según también la psicóloga Patricia Farrell, lo hacemos como para tomar las riendas de nuevo de nuestra vida, romper con aquello que de alguna manera nos cohibía, nos coartaba o simplemente no nos hacía todo lo felices que podíamos ser, y hacerlo a modo de nuevamente ser nosotras las capitanas de nuestra propia vida.
Queremos por tanto, mostrarnos al mundo de nuevo con una apariencia nueva, más nosotras mismas, más segura y más vital. Es por esto, que es en estas «rupturas» cuando nos atrevemos con los cambios más radicales, como símbolo de valentía, de atrevimiento, de dinamismo…
Por otro lado, la psicóloga Sanam Hafeez, define este ‘breakup hair’ como una declaración de que estás anunciando algo sin hacerlo explícitamente. Es decir, es un cambio externo que refleja uno o varios cambios internos.
En referencia a esto, contamos con la gran frase de una gran mujer, Coco Chanel: «Una mujer que corta su cabello está a punto de cambiar su vida». Y a ti, ¿te ha pasado esto alguna vez? ¿Alguna vez has ido a la peluquería dispuesta a cambiar tu look únicamente porque sentías que tenías que hacerlo?