El frío ha llegado para quedarse y con él, las prendas de lana. Jerséis de cuello vuelto, chaquetas holgadas y otras opciones como bufandas y gorros, se convierten en básicos imprescindibles en nuestro armario. Hasta que la próxima primavera nos sorprenda con temperaturas más cálidas, estas prendas seguirán siendo protagonistas de nuestros outfits.
Tanto en nuestro armario como en nuestro hogar, la lana cobra un papel protagonista en esta época del año. Sin embargo, ¿sabemos realmente cómo cuidar la lana? ¿Cómo lavar las prendas confeccionadas con este material y guardarlas adecuadamente para que duren más tiempo? En este artículo, compartimos una guía detallada con consejos sobre el cuidado de las prendas de lana. Sigue leyendo para descubrir la mejor manera de mantener tus prendas en condiciones óptimas.
Conoce las propiedades de la lana
La lana es un material natural obtenido del pelo de animales como ovejas, alpacas y cabras. Su popularidad radica en su capacidad para proporcionar un excelente aislamiento térmico, ser transpirable y mantener el calor incluso en condiciones de humedad. Además, tiene propiedades antibacterianas naturales y una alta elasticidad, lo que la hace muy cómoda de llevar.
Entre los tipos de lanas más comunes encontramos:
- Lana virgen: Clásica y robusta. Es perfecta para abrigos y jerséis exteriores.
- Lana merino: Suave y cálida, ideal para ropa interior técnica o deportiva.
- Cachemir: Conocida por su lujo, es más ligera y suave que la lana tradicional.
- Mohair y alpaca: Tienen texturas sedosas, son ligeras y ofrecen un excelente aislamiento térmico.
Entender la composición y estructura de la lana es el primer paso para cuidarla mejor.
Cómo lavar prendas de lana correctamente
El lavado es uno de los aspectos fundamentales para mantener la calidad de las prendas de lana. Sigue estos consejos y evita errores comunes que pueden dañar la fibra:
Lavar a mano
Siempre es preferible lavar las prendas de lana a mano. Llena un recipiente con agua fría o a una temperatura máxima de 30ºC y usa detergente especial para lana. Aquí tienes los pasos básicos:
- Disuelve completamente el detergente antes de introducir la prenda.
- Introduce la prenda y agítala suavemente. Evita frotar o retorcer.
- Enjuaga en agua limpia varias veces hasta eliminar todo el jabón.
Uso de la lavadora
En caso de optar por la lavadora, elige un programa delicado específico para lana, sin superar los 30ºC. Coloca las prendas en bolsas de rejilla individuales para protegerlas de la fricción durante el ciclo. Evita el centrifugado intenso, ya que puede deformar las fibras.
El secado: un paso crucial
El secado adecuado es clave para preservar las propiedades de la lana. Sigue estas recomendaciones:
- Sécala en horizontal: Coloca la prenda sobre una toalla limpia, bien extendida, y enrolla la toalla suavemente para absorber el exceso de agua.
- Evita colgar las prendas de lana mojadas, ya que esto puede deformarlas.
- No expongas la lana al sol o a fuentes de calor directas como radiadores.
Cómo guardar las prendas de lana
Al igual que el lavado y el secado, el almacenamiento es vital para prolongar la vida útil de tus prendas de lana. Aquí tienes algunos consejos prácticos:
- Dóblalas en lugar de colgarlas para evitar que se deformen.
- Almacena las prendas en un lugar fresco y seco, evitando bolsas de plástico que puedan generar humedad.
- Para protegerlas de las polillas, utiliza bolsas de algodón o añade elementos naturales como bolsitas de lavanda o madera de cedro en los cajones.
Cómo eliminar las molestas bolitas
Las bolitas o «pilling» son un problema común en las prendas de lana, especialmente en aquellas que contienen fibras sintéticas. Para eliminarlas:
- Usa una piedra pómez o una cuchilla especial para retirar las bolitas de manera cuidadosa y en dirección de la fibra.
- Si prefieres, invierte en un quitapelusas eléctrico, ideal para un acabado más uniforme.
Con estos cuidados, tus prendas de lana no solo conservarán su apariencia como nuevas, sino que te acompañarán durante años ofreciendo calidez y estilo inigualables.