Es difícil para un padre o una madre cuando un hijo toma una mala decisión, pero permitir que un hijo cometa un error puede enseñarle una lección importante si le permites enfrentar las consecuencias naturales que resultan de su decisión. No tienes que infundir las consecuencias naturales porque éstas salen solas.
En cambio, básicamente tienes que salir del camino y dejar que tu hijo experimente las ramificaciones de sus errores. Eso sí, si permites que tus hijos experimenten las consecuencias naturales, nunca se deberá poner en peligro su integridad física o emocional.
Ejemplos de consecuencias naturales
Muchas veces puedes decidir permitir que tu hijo enfrente las consecuencias naturales de sus acciones. Aquí hay algunos ejemplos de formas en que los padres pueden hacer que las consecuencias naturales sean efectivas:
- Permite que tu hijo salga sin chaqueta en una mañana de frío
- Permite que tu hijo de 15 años decida su hora de ir a dormir, pero después levántale a la hora prevista por la mañana aunque esté demasiado cansado para levantarse
- Permite que tu hijo de 8 años deje los juguetes en el jardín, porque se estropeará con el sol o la lluvia
- Permite que tu hijo se gaste el dinero tan pronto como lo gane, se quedará sin dinero más rápido de lo que pensaba
- Permite que tu hijo de 7 años haga trampas en el juego, porque después nadie querrá jugar con él hasta que deje de hacer trampas
Las consecuencias naturales enseñan
Los padres sobreprotectores evitan que los niños tengan consecuencias naturales. En consecuencia, sus hijos no tienen la oportunidad de recuperarse del fracaso o aprender a recuperarse de los errores. Muchos de ellos no entienden las razones detrás de las reglas de sus padres. En lugar de aprender que tiene que usar la chaqueta porque hace frío, solo entiende que la tiene que llevar porque sus padres le obligan.
Las consecuencias naturales preparan a los niños para la edad adulta al ayudarlos a pensar en las posibles consecuencias de sus elecciones. Los niños aprenden a vincular sus acciones con las consecuencias cuando se les permite experimentar las consecuencias de su comportamiento: también habilidades saludables para resolver problemas. Si tu hijo salió ayer sin una chaqueta y sintió frío, hoy será más probable que piense qué puede hacer para evitar que vuelva a suceder.
Con las consecuencias naturales también se evitan las luchas de poder porque no es necesario discutir por qué debería hacer algo o no, no necesitarás insistir en que tu hijo está tomando una mala decisión.
Cuándo usar las consecuencias naturales
Se deben usar con moderación. Considera cuidadosamente cómo una consecuencia natural afectará a tu hijo y contribuirá a su experiencia de aprendizaje en general. Algunas veces, quitar privilegios o colocar a un niño en el tiempo de espera es más efectivo.
Las consecuencias naturales no funcionan bien en los niños más pequeños. Los niños en edad preescolar y los niños de escuela primaria no tienen la capacidad de comprender que la consecuencia es un resultado directo de su comportamiento.