La mentira forma parte de la vida social, ya que todos hemos mentido en mayor o menor medida alguna vez. Si bien es cierto que hay mentiras que pueden hacer daño y personas que mienten casi de manera compulsiva, en casi todos los casos nos limitamos a mentiras pequeñas que se utilizan para obtener pequeños beneficios. La mentira forma parte de nuestro día a día aunque solo nos demos cuenta de ello en algunas ocasiones.
Es muy difícil saber si alguien miente, porque hay algunos indicadores pero no todas las personas los demuestran. Sin embargo, podemos mejorar nuestra habilidad a la hora de detectar mentira si tenemos en cuenta algunas cosas. Se han hecho muchos estudios acerca de este fenómeno porque realmente es algo que interesa al ser humano.
Actitud nerviosa
Aquí puede haber discrepancias, ya que no todo el mundo se pone nervioso a la hora de mentir. Hay personas que se acostumbran a la mentira y lo hacen realmente bien. Por otro lado, hay quien se pone nervioso simplemente con la situación porque es una persona tímida o que no está acostumbrada a hablar con gente que no conoce. Hay que tener siempre en cuenta la situación para saber si realmente alguien nos está mintiendo, ya que puede haber muchas variantes. Pero en general, si hay nerviosismo en la otra persona es por algo. Solemos mentir en cosas pequeñas, pero si la mentira es más grande, probablemente nos daremos cuenta de que la persona está nerviosa.
Mirada esquiva
Este puede ser otro síntoma de nerviosismo y de ser una persona tímida. No todo el mundo es capaz de mirar a la cara a los demás. Pero si sabemos que esa persona no es tímida, puede que el hecho de que esquive nuestra mirada nos esté diciendo que realmente miente y que no tiene ganas de que lo sepamos. Esta es una forma realmente interesante de cerciorarnos si lo que nos dice es cierto. Alguien que miente normalmente no es capaz de mantener la mirada mientras dice la mentira.
Respuestas en las que hay incongruencias
Si alguien miente y lo hace de forma que sea una gran mentira, será fácil cogerlo. Ya no por sus gestos, sino porque en torno a una mentira debe haber toda una historia y en algún momento encontraremos incongruencias en lo que nos dice. Es por eso que a la hora de averiguar si algo es verdad siempre es mejor hacer algunas preguntas para saber sobre el contexto o el origen de todo. Si vemos que la historia no es consistente, lo más probable es que nos estén mintiendo en algún punto.
Si conoces a esa persona
Si conocemos a esa persona debemos recordar cómo expresa las cosas en su estado natural. Si nuestro instinto nos dice que hay algo raro en cómo dice esas cosas, entonces es que sabremos que hay algo mal, que nos está mintiendo en algún punto. Es más fácil saber si alguien miente cuando conocemos a la persona, porque estamos acostumbrados a sus gestos y a su forma de decir las cosas, así que en estos casos solamente tendremos que tratar de encontrar la diferencia. Pensar en cómo nos lo contaría cualquier día si eso fuese cierto.
Se excusa sin razón
Hay una expresión que dice ‘Excusatio non petita, accusatio manifesta’. Esto viene a decir que cuando alguien nos da excusas sobre algo sin que se las hayamos pedido, es que se está acusando sin saberlo. Por ejemplo, si una persona engaña a su pareja, cuando llegue junto a ella le dará excesivas explicaciones sobre dónde ha estado, con todos los detalles, a modo de excusa preparada. Esto no lo haría si no tuviese nada que ocultar.
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