A veces los pies son los eternos olvidados y no debe de ser así. Sino que tenemos que preocuparnos un poco más por ellos en cada momento. Sobre todo ahora que debemos preparar los pies para el cambio de estación. Sí, todos y todas tenemos que afrontar ese cambio, pero hay partes del cuerpo que pueden sufrir un poco más que otras.
Así que, nada como seguir una serie de consejos perfectos para que tus pies sigan estando lo más saludables posible. Porque cada zapato tiene su propia función y por eso, también debemos saber cómo actuar ante ellos. Ya tenemos aquí al lado el otoño, así que, vamos a darle una de las más cálidas bienvenidas cuidándonos al máximo.
Preparar los pies del verano al otoño
Aunque no te lo creas, sí que los pies cambian en verano. Esto es debido a que el calor aumente ligeramente las venas y las arterias, lo que da lugar a un aumento de tamaño. Seguro que en más de una ocasión has dicho que tenías los pies hinchados. Pues este puede ser un motivo principal, aunque hay otros muchos pero ya requieren de una visita al médico. Además, al usar el calzado más abierto, si tienes algún problema en los dedos como los juanetes, no te molestarán tanto.
Pero llega el momento del cambio en los pies y en el calzado. Seguro que notarás cómo parece que el calzado te queda más apretado y todo ello será consecuencia del verano y del calzado de dicha estación. Así que, ¿Qué debemos hacer? Pues lo mejor es apostar por unos cambios de manera paulatina. Porque si son de golpe, todavía nos afectarán un poco más.
Mantén una buena higiene y buena hidratación
Los pies pasan de estar al aire, para encerrarse de nuevo. Lo que hace que no siente demasiado bien. Pues por ello, hay que extremar la higiene, ya que durante los primeros días de otoño aunque llevemos zapatos cerrados no hará tanto frío. De manera que el pie tiende a sudar más de la cuenta. Por ello, nada como lavarlos de manera más frecuente para evitar malos olores y bacterias. Tras un baño de pies, nada como dejarnos llevar por un suave masaje con una crema hidratante. Cuando estén bien secos, entonces será el momento de colocar el zapato cerrado y salir a disfrutar de la nueva estación.
Elige una buena calidad del calzado
Aunque a veces no lo tengamos muy en cuenta sí que es algo para pensar dos veces. Porque la calidad de un buen calzado hace que nuestros pies no sufran tanto. No estamos hablando de zapatos caros, sino de aquellos que sean suaves, que se puedan amoldar bien a tus pies y que al mismo tiempo sean transpirables. Que al mismo tiempo también lleven una suela con buena amortiguación es fundamental. Porque esto hace que los impactos no se sientan tanto en nuestros pies ni tampoco en las piernas. Del mismo modo también se aconseja que el calzado quede justo, que no es lo mismo que apretado, para que nos cuide en cada paso.
Crema hidratante también para el zapato
Si te vas a poner unos zapatos pero sin calcetines, por el momento, entonces nada como aplicar un poco de crema hidratante. Pero en este caso mejor en el zapato por su cara interna. Después de la aplicación, debes dejar que se sequen por completo y ya puedes usarlos. Verás que la sensación será mucho más cómoda y por eso, hace que podamos disfrutar de cada paso que demos. ¿No te parece una buena idea?
Los calcetines mejor de fibras naturales
Siempre es mejor que los calcetines sean elegidos de fibras naturales. Porque estas cuidarán de nuestros pies mucho más y mejor. Así que, la lana será una de las grandes opciones Porque es cierto que nos aporta calor para esos días de frío que están por venir. El algodón es otro de los básicos porque repele la humedad, manteniendo nuestros pies más secos y evitando la proliferación de las bacterias. Es una manera perfecta de preparar los pies.