Una boda es una ocasión divertida, romántica, única en la vida, pero puede hacerte sentir muy estresada en las semanas y meses anteriores. Averiguar cómo planificar una boda sin estrés parece imposible, pero al aprender habilidades de comunicación efectivas con tu pareja, todo irá mucho mejor. Al trabajar en la lista de verificación de tu boda, la mayoría de las parejas terminan peleándose entre sí, o con amigos y familiares, sobre cómo se planificará o ejecutará la ocasión.
Lo último que quieres antes de una boda es el estrés persistente de estar enfadado con alguien cercano, por lo que es importante saber cómo lidiar con el estrés y reconocer y resolver el problema de manera proactiva antes de que empeore. A continuación vamos a hablarte sobre algunos problemas que pueden surgir y cómo solucionarlos.
Problemas comunes
- Invitaciones. Tú y tu pareja pueden tener ideas diferentes sobre quién debe ser invitado y quién no.
- Lugares y decoración. Es posible que no estés de acuerdo con respecto a dónde debe celebrarse la boda o qué estética debe priorizarse al elegir la decoración.
- Religión y tradición. Si tú y tu pareja son de diferentes orígenes religiosos o culturales, puede ser difícil encontrar un compromiso que funcione para ambas partes.
- Dinero. Las bodas son caras y las parejas pueden discutir sobre cuánto debería ser el presupuesto (o cómo debería gastarse ese presupuesto).
- Esfuerzo. Si una pareja dedica mucho más tiempo y esfuerzo al proceso de planificación de la boda que la otra, puede ser una fuente importante de estrés.
- Comportamiento. Algunas personas se vuelven irritables o agresivas cuando planifican una boda, lo que puede causar estrés adicional para todos los involucrados.
Afortunadamente, casi cualquier problema en la lista anterior se puede negociar y resolver. A continuación vamos a darte algunos consejos para que planifiques tu boda con una comunicación efectiva con tu pareja y que no tengas demasiado estrés.
Planificar una boda con tu pareja
Sé proactivo
Primero tendrás que ser proactivo. Si notas que algo va mal, incluso si es algo pequeño, tendrás que comenzar una conversación al respecto. Las cosas pequeñas tienden a convertirse en cosas grandes si no se dicen o se abordan, lo que significa que incluso una pequeña molestia puede convertirse en una fuente de resentimiento duradero. Comienza la conversación lo antes posible.
Presta mucha atención a los pensamientos y sentimientos de tu pareja y de cualquier otra persona involucrada en el proceso de planificación de la boda, y centra tus esfuerzos en hacer que el proceso sea lo más fluido posible.
Habla abiertamente
Hablar con tu pareja sobre un problema que está experimentando puede ser extremadamente difícil; Es posible que se vea obligado a decirles algo desagradable sobre su comportamiento o admitir una inseguridad embarazosa. Sin embargo, debes superar estas dudas y hablar abiertamente si quieres resolver el problema. Dile a tu pareja exactamente cómo te sientes y por qué te sientes así, y aborda el problema de frente… Pero recuerda que para hablar, también debes escuchar lo que te tienen que decir.