Maquillar los labios es un proceso que debe hacerse con cuidado para que estos queden perfectos. Es habitual ver labios que se han maquillado cometiendo errores que deslucen el efecto final. Sin duda es una parte de nuestra anatomía que nos gusta destacar y por ello solemos utilizar diferentes tipos de productos para maquillar los labios.
A la hora de maquillar los labios, como con cualquier otro maquillaje, debemos preparar la zona. Elegir el producto adecuado para cada ocasión también es importante. Podemos ayudarnos con algunos cosméticos que facilitan el proceso. Ante todo debemos disfrutar jugando con las texturas y los colores en los labios.
Preparar los labios
A la hora de maquillar los labios debemos prepararlos. Es habitual que se formen pequeños pellejos en los labios debido a que se resecan durante el día. La exfoliación previa hará que nuestros labios se encuentren lo suficientemente suaves como para aplicar el labial. Si no exfoliamos los labios tendremos el problema de que el producto se acumulará en determinadas zonas, quedando mal repartido y por lo tanto con un efecto descuidado.
Hay exfoliantes específicos en el mercado para poder usar los labiales a continuación. Pero si no tenemos un exfoliante de labios siempre podemos hacerlo en casa. Con un poco de azúcar y de miel podremos exfoliar fácilmente los labios y no importará si tomamos algo del producto, ya que es totalmente comestible. Por otro lado, los cepillos de dientes pueden hacer de exfoliante rápido, aunque hay que tener cuidado y usarlos suavemente para no dañar los labios.
Hidratar los labios
Los labios deben estar siempre bien hidratados, porque así evitamos que se formen estos pellejos y también cortes y problemas. Es por eso que siempre debemos tener algún hidratante labial en el bolso. Una buena forma de tener los labios listos por las mañanas es exfoliarlos y aplicar vaselina la noche anterior. Por la mañana los tendremos suaves y perfectos para utilizar nuestro pintalabios favorito. Hay que tener en cuenta que si tenemos vaselina en los labios nos será difícil aplicar el labial, que no se repartirá bien. Por eso hay que retirarlo antes de pintar los labios.
Elegir el labial
En la actualidad hay una gran cantidad de labiales a elegir. Tenemos diferentes texturas, como los gloss, más líquidos y brillantes, y los pinta labios. También han aparecido diversas formas de aplicarlos, con rotuladores, lápices gruesos o barras. Otra de las cosas que se puede elegir es el acabado, con los labiales con brillo, los satinados y los mate, siendo estos últimos las estrellas de la temporada. Hay que tener en cuenta que los labiales mate resultan más secos, por lo que hay que tener los labios bien hidratados. Por otro lado, los gloss pueden resultar algo molestos porque es un producto que se retira al poco tiempo y puede tener textura pegajosa. Un labial de calidad es aquel que no deja marcas en la ropa o en los vasos al beber. Si tienes los labios finos, se deben usar labiales con algo de brillo, ya que aportan un poco más de volumen.
Los tonos de labios
Elegir el tono adecuado depende de varios factores. La ropa que llevamos, la estación del año y nuestros gustos personales, además de conocer aquellos tonos que nos van bien. Durante la época de verano se usan tonos más claros, como los rosados, los tonos nude, pastel o coral. En el invierno hay tonos mucho más oscuros, como el burdeos, el berenjena o el rojo oscuro.
Utiliza un lápiz labial
A la hora de marcar los labios para pintarlos podemos ayudarnos de un lápiz labial con el que marcar la zona antes de aplicar el pintalabios. Esto nos ayudará a marcar bien los bordes. También es posible utilizar maquillaje de base para el rostro con el que marcar los bordes de los labios. Delimitar bien esta zona es una de las cosas más difíciles, para que el labial quede bien. Después debemos ir rellenado la zona con cuidado. Aplicar una prebase en los labios ayudará a que el labial se mantenga en su sitio mucho más tiempo.