Los trabajos que requieren estar pendientes de muchas cosas y en los que dejamos cosas inacabadas hacen que nuestra mente siga pensando en ellos incluso después de haber llegado a casa. Si tenemos un trabajo con responsabilidades es normal preocuparse, pero está comprobado que para rendir mejor es necesario descansar y desconectar.
Aprender a desconectar del trabajo es algo fundamental si deseamos disfrutar de la vida. No hay que olvidar que nos tiene que gustar nuestro trabajo pero no debe convertirse en el centro de nuestra existencia, ya que en principio se trata de un medio de vida.
Ponte horarios fijos
Si tienes unos horarios en el trabajo, cumple siempre ese horario, tanto el de entrada como el de salida. No te pueden exigir más y si tienes que hacer más horas, que son horas extra, deben ser pagadas. Esto es fácil hacerlo en caso de ser un trabajador por cuenta ajena aunque se complica si somos autónomos, ya que el trabajo es nuestro y somos los que contamos con la responsabilidad de llevarlo adelante. En estos casos es bueno intentar cumplir siempre un horario, dejando en contadas ocasiones las horas extra de trabajo. Así seremos más eficientes en el horario de trabajo, ya que tendremos un tiempo limitado. Es habitual tardar más en hacer una tarea si tenemos un tiempo ilimitado para ella.
Apúntate a algo que te guste
Nada de llegar a casa y no hacer nada. Un día puede ser un buen plan, pero no todos ellos. Una vez hayamos hecho algunas tareas en casa seguramente tendremos tiempo para poder disfrutar de alguna afición nuestra. Esto nos permite desconectar la mente del trabajo y centrarla en algo que nos produce satisfacción. Puede ser desde ir a clases de baile a realizar costura, pintar o leer un interesante libro.
Haz deporte
El deporte también puede ayudarte y mucho a desconectar. Hacer deporte nos ayuda a mantenernos en forma y es algo muy sano para nuestro cerebro. La mente descansa, genera endorfinas y hace que al día siguiente seamos más productivos y nos encontremos más descansados. Está comprobado que las personas que hacen deporte tienen un cerebro mucho más sano y eficiente. Así que puedes apuntarte a algunas clases, ir a natación o simplemente salir a andar.
Pasa tiempo con la familia y amigos
Trabajar en lo que te gusta está bien, pero no debe ser el centro de todo lo que haces. Está bien aprender a pasar tiempo con la familia y los amigos, pero tiempo de calidad. Durante ese tiempo tienes que evitar hablar constantemente del trabajo. Son una vía de escape, pero no querrán escuchar solamente tus historias sobre el trabajo, ya que eso llega a cansar. El tiempo que pasamos con ellos debe ser divertido, feliz, con momentos para reír y evadirse. Por eso es tan importante aprender a hablar de otras cosas. Los momentos que pasemos con ellos deben ser buenos, evitando usar las redes sociales o estar pendientes del móvil por asuntos de trabajo. Solo así seremos plenamente conscientes de esa parte de nuestras vidas.
Viaja varias veces al año
Viajar nos abre la mente y nos ayuda a desconectar de nuestra vida diaria. Es una de las mejores cosas para olvidarnos del trabajo y de las responsabilidades. Así que planea siempre uno o dos viajes al año que te hagan sentirte mejor. Notarás la diferencia cuando vuelvas al trabajo después de esas vacaciones. También puedes aprovechar algún fin de semana para irte de escapada a algún lugar cercano. Todos esos pequeños detalles hacen que podamos desconectar de nuestra vida diaria que a veces se hace demasiado monótona.