Seguro que más de una vez has escuchado eso de la ‘zona de confort’. Se trata de un término que habla de una forma de hacer las cosas, una zona simbólica de seguridad en la que nos mantenemos muy a menudo. Si bien es cierto que en nuestro día a día necesitamos un poco de estabilidad, también lo es que en la vida hay que arriesgar e ir hacia delante, y para ello tendremos que salirnos a menudo de esta zona de confort.
Vamos a ver qué es exactamente la zona de confort, para saber en qué momento nos encontramos en ella. También es importante saber por qué es bueno ir más allá y salir de esta zona tan cómoda para nosotros, los beneficios que nos aporta. Esto nos ayudará a controlar mucho mejor todos los aspectos de nuestra vida.
Qué es la zona de confort
La zona de confort son una serie de circunstancias en la que nos encontramos más cómodos. Normalmente son circunstancias a las cuales nos adaptamos de manera pasiva, porque nos exigen el mínimo esfuerzo. Esta falta de esfuerzo es lo que hace que aceptemos estos contextos y aspectos sin plantearnos si es lo que realmente queremos o lo que nos conviene. En el mejor de los casos la situación es algo que deseamos y vivimos bien así, pero en la gran mayoría de los casos esto supondrá aceptar una vida que realmente no queremos y que a la larga nos irá haciendo infelices.
Podemos poner algunos ejemplos para saber de qué estamos hablando. Una pareja que ya no es feliz el uno con el otro pero que siguen juntos porque para ambos es lo más fácil, ya que no tienen que pasar por ningún conflicto ni separación. También es un buen ejemplo cuando nos quedamos en un trabajo que no nos satisface porque cubre nuestras necesidades y nos da cierta estabilidad, pero no nos esforzamos por encontrar algo mejor porque supondría un mayor esfuerzo.
La oscuridad de la zona de confort
Uno de los peores aspectos de esta zona de confort es que normalmente se construye en función del miedo. Nos quedamos en una relación o en un trabajo que no nos gusta porque nos da miedo buscar algo diferente y cambiar nuestra vida, romper con todo. Tendríamos que entrar en territorio desconocido y eso nos da miedo. El problema de la zona de confort es que la seguridad que tengamos en nuestra vida depende de factores externos y del hecho de que estos no cambien, por eso la felicidad puede llegar a ser efímera.
Las ventajas de salir de la zona de confort
La zona de confort es una forma de vida a la que nos aferramos por miedo a que todo cambie y a enfrentarnos a algo desconocido que se percibe como amenazante pero que ni siquiera se ha materializado. A veces estos miedos solamente forman parte de nuestra imaginación. Salir de la zona de confort tiene estupendas ventajas.
Salir de esta zona y aventurarse en algo nuevo nos llena de seguridad en nosotros mismos. Nos daremos cuenta de que somos nosotros los que podemos cambiar las circunstancias y buscar la felicidad con nuestras propias herramientas. Esto hará que cada vez tengamos menos miedo de que aparezcan cambios y de que nuestra zona de confort desaparezca.
Salir de esta zona y utilizar los recursos y toda nuestra inteligencia para cambiar nuestra vida también tiene la ventaja de hacer que veamos aquello de lo que somos capaces. En ocasiones nos mantenemos en esta zona porque nos vemos incapaces de llegar a hacer muchas cosas. Ponernos a prueba nos hace cada día más capaces y más fuertes, así que os recomendamos comenzar a cambiar cosas en vuestra vida para huir de esa zona de confort con su falsa seguridad.