¡Ya no quiere estar en su cuna ni en la cama!


Si tu hijo pequeño ya no está confinado en su cuna y sabe bajar por los listones… entonces es posible que le lleve algún tiempo acostumbrarse de que debe quedarse en la cama por la noche. ¡La noche está para dormir y descansar! Si tu hijo pequeño sale de su cuna o si ya le has puesto en la cama y se levanta repetidamente, es necesario que de forma verbal y física le repitas que debe volver a su cama. Todas las veces que sea necesario.

Debe entender que permanecer en la cama es obligatorio y no se puede ni discutir ni negociar. Esto además es prioritario para mantener a tu hijo a salvo en todo momento. Debes asegurarte de que el entorno inmediato sea seguro y considera utilizar una puerta de seguridad para mantenerla en su habitación sin que quiera salirse todo el tiempo.

Al mismo tiempo, es necesario que te asegures de que toda la casa está a prueba de niños para que esté a salvo si sale sin que te des cuenta de su dormitorio mientras tú estás dormido/a. Las escaleras también deben tener puertas de seguridad y los baños deben estar a prueba de niños pequeños, ¡si pones cerrojos por fuera mejor que mejor!

Puede que se caiga de la cuna…

Si ya te has dado cuenta de que la cuna no es lo suyo, entonces es momento de pasarle a la cama. Recuerda que anteriormente tu hijo podía rodar libremente por la cuna toda la noche y estar a salvo porque la barrera le protegía. Ahora, con la cama grande es posible que experimente alguna caída al sueño y más si tiene un sueño inquieto.

Para evitar que esto ocurra, puedes poner en su cama barreras de protección, de esta manera, por mucho que se mueva, no tendrá peligro de caerse por los lados de la cama. Si no tienes barreras (pero deberás tenerlas), puedes colocar almohadas en el suelo debajo de los lados de la cama donde puede ser más probable que se caiga.

Habitaciones de bebé de color amarillo

Si el problema se vuelve especialmente frecuente, molesto o si sientes que la cama es lo suficientemente alta para garantizar el riesgo de lesiones, puedes considerar colocar el colchón directamente sobre el suelo y mover la cama fuera de la habitación hasta que pase esta fase.

Un hermano puede ayudar

Si tu niño pequeño tiene un hermano mayor, puedes aprovechar un poco la presión de grupo en el proceso de transición. Puedes hacer que los dos compartan un dormitorio por un tiempo para que tu niño pueda aprender con el ejemplo.

El pequeño verá que su hermano mayor no tiene problemas en la gran cama y aprenderá que permanecer en la cama y a saber que es la norma por la noche. Tener un hermano por la noche en el mismo dormitorio puede aumentar su sensación de seguridad y fomentar una sensación de intimidad entre hermanos también. Sin embargo, ten cuidado con este método si el hermano mayor tiene problemas para permanecer en la cama o si la hora de dormir es caótica… En este caso es mejor evitar su ayuda, al menos, de forma temporal hasta que el hermano mayor resuelva también estos problemas.


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