El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, también llamado TDAH, se considera uno de los trastornos conductuales más comunes entre los niños. Sin embargo, los adolescentes y los adultos también pueden tener TDAH.
Causas y factores de riesgo
El TDAH parece ser más común en niños que en niñas. Si bien aún se desconoce la causa exacta del TDAH, investigaciones recientes han demostrado que este trastorno puede estar relacionado con factores genéticos y factores ambientales, como la exposición excesiva al plomo u otras toxinas. Los estudios con gemelos sugieren un vínculo genético con el TDAH. El parto prematuro, el bajo peso al nacer y las lesiones importantes en la cabeza también pueden aumentar el riesgo de desarrollar TDAH.
¿Cuáles son los síntomas del TDAH?
Los síntomas del TDAH se pueden clasificar en tres grupos: falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Cuando el médico lo evalúa por primera vez, la mayoría de los pacientes con TDAH presentan principalmente síntomas de falta de atención. Algunos pacientes también tienen una combinación de síntomas hiperactivos e impulsivos.
¿Cómo se diagnostica el TDAH?
Si crees que tu hijo tiene TDAH, tienes que hablar con tu pediatra para que le hagan una evaluación. No existe ninguna prueba individual que pueda diagnosticar el TDAH. Por lo general, un profesional de la salud realiza un diagnóstico a través de una evaluación de varios pasos porque muchas otras afecciones, como depresión, ansiedad y problemas de aprendizaje, tienen síntomas similares a los del TDAH.
La mayoría de los niños con TDAH tienen al menos otro problema de desarrollo o comportamiento. El TDAH en adultos puede ser difícil de diagnosticar. Un proveedor de atención médica querrá saber si tuvo síntomas de TDAH durante la infancia y realizará una evaluación exhaustiva para determinar si tiene TDAH.
Tratamiento
Hay varias opciones de tratamiento disponibles para controlar el TDAH. El médico determinará el mejor plan de tratamiento. El tratamiento puede incluir medicamentos y / o terapia conductual. Los medicamentos más comúnmente recetados para tratar el TDAH son los psicoestimulantes, como el metilfenidato y las anfetaminas. Además, el medicamento no estimulante atomoxetina está aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. para el tratamiento del TDAH.
La terapia generalmente se adapta para proporcionar los resultados más efectivos para cada paciente. Aunque los medicamentos no curarán el TDAH, pueden ayudar a controlar los síntomas si el paciente toma los medicamentos según las indicaciones del proveedor de atención médica. Si le recetan medicamentos a tu hijo es importante hablar con el médico por si tiene alguna inquietud o efectos adversos del medicamento.
La terapia conductual, que está diseñada para aumentar las habilidades de enfoque, a menudo se usa para ayudar a los pacientes a controlar el comportamiento y organizarse mejor.
Viviendo con TDAH
Aunque el TDAH es un trastorno a largo plazo, la buena noticia es que con un tratamiento adecuado, se puede controlar. Si no se trata, puede afectar negativamente el trabajo escolar, el desempeño laboral y las relaciones familiares y sociales. Los padres y cuidadores pueden ayudar a sus hijos siendo comprensivos; alabando el buen comportamiento; limitar las distracciones ambientales; y asegurar que el hijo duerma lo suficiente, coma una dieta equilibrada y nutritiva y mantenga un horario constante y organizado.