¿Ultrasonido para tu cabello? ¿Te atreves a probarlo?

¡Atrévete!

El uso de la tecnología basado en los ultrasonidos eléctricos aplicados al cabello se está extendiendo a un ritmo vertiginoso por todo el mundo. En Argentina fueron los pioneros en utilizar este método que se basa en la aplicación de vibraciones ultrasónicas de frecuencia superiores a 1000 kilociclos sobre el cuero cabelludo. Estas vibraciones son altamente recomendadas por la kinesiología y la cosmiatría por su amplia gama de aplicaciones y beneficiosos efectos.

Según explican los y las especialistas en belleza y salud capilar, comparado con el masaje manual, el ultrasonido permite una concentración de energía mucho mayor, en la cual las vibraciones actúan por su pequeña longitud de onda en el área de las células y los complejos celulares, lo que no es posible en ninguna otra forma de masaje.

Las y los expertos aseguran que la aplicación de estas vibraciones no causa dolor y no requiere presión sobre el cuero cabelludo, por lo que no pueden causar ningún tipo de daño. Sus efectos se logran con aplicación externa y localizada. Bombea  los tratamientos dentro de los bulbos capilares y aumenta la irrigación de la zona de aplicación. Está, por ejemplo, especialmente recomendado para el tratamiento de la alopecia (caída del pelo).

El efecto del uso del ultrasonido es térmico, notarás un aumento de la temperatura dentro de la zona del cuero cabelludo que el profesional te esté irradiando. Se alcanza su valor máximo a los pocos segundos de haber empezado la aplicación. Pero no te preocupes porque dicho aumento de temperatura está  limitado por el equilibrio entre la absorción de la energía ultrasónica y el aumento del flujo sanguíneo producido por vaso dilatación, y se mantiene así hasta que se suprime la aplicación volviendo paulatinamente a su temperatura normal. La permeabilidad celular de la energía ultrasónica aumenta el metabolismo al mejorar la difusión de la membrana celular y la hipertensión alternante es el catalizador físico que acelera el intercambio entre las células y el torrente sanguíneo al aumentar la permeabilidad de las paredes celulares.

¿Te atreves a probarlo?