En las juntas de los azulejos se acumulan suciedad, moho y bacterias procedentes de la humedad, por eso se ponen negras y deslucen la limpieza del resto de la estancia. Generalmente, los azulejos se encuentran en la cocina y el cuarto de baño, que son precisamente los lugares donde más humedad y grasa se genera. Para mantener las juntas de los azulejos limpias, no basta con pasar una bayeta con un producto.
No es sencillo porque requiere de paciencia y tiempo, por ello, es importante no dejar que pase demasiado tiempo para que no tengamos que hacer uso de remedios más complejos. Limpiar las juntas de los azulejos cada pocos meses, te ayudará a mantenerlos limpios y totalmente desinfectados. Toma nota de estos trucos y consejos que te dejamos a continuación para limpiar correctamente esta zona tan delicada de la casa.
Las juntas de los azulejos ¿Cómo limpiarlas?
En el mercado puedes encontrar infinidad de productos específicos para este fin, sin embargo, la mejor opción es siempre la de los productos naturales. Porque recuerda que en tu despensa guardas ingredientes naturales que tienen un efecto igual o mejor que cualquier químico. Solo necesitas saber cuáles son esos productos para poder darles el mejor uso en la limpieza de tu hogar.
Los mejores productos de limpieza que puedes encontrar para todo tipo de superficies son, el vinagre blanco de limpieza, el bicarbonato y el limón, aunque existen otros muchos. En concreto, para limpiar las juntas de los azulejos necesitas además del bicarbonato y el vinagre blanco, pasta de dientes blanqueadora. Este producto contiene agentes blanqueantes que te ayudarán a dejar las juntas como nuevas. Toma nota de los pasos que debes seguir para dejar tu cocina y baño como nuevos.
Primer paso: Limpiar los azulejos a fondo
Antes de empezar a blanquear las juntas es fundamental retirar la grasa y la suciedad de los azulejos. Para ello, mezcla en un barreño agua templada, bicarbonato y vinagre blanco. Utiliza una esponja grande para frotar bien los azulejos, después, aclara con agua y una bayeta de microfibra. Si los azulejos tienen exceso de suciedad o necesitas desinfectar a fondo, puedes usar una mezcla de agua y amoniaco. En este caso, debes proteger las fosas nasales con una mascarilla y tus manos con unos guantes.
Empezamos a limpiar las juntas de los azulejos
Esta misma mezcla que preparamos para limpiar los azulejos te servirá para retirar la suciedad de las juntas. Asegúrate de frotar bien con la esponja cuando estés realizando el primer paso, así podrás retirar la mayor cantidad de suciedad que se pueda acumular. Después llega el momento de blanquear esas juntas negras de una forma más específica, con pasta de dientes blanqueante.
Puedes usar la más económica del mercado y un cepillo de dientes con cerdas suaves. Coloca el dentífrico en un cuenco para que sea más fácil acceder al producto. Ve cogiendo una pequeña cantidad con el cepillo de dientes y aplica sobre las juntas. Frota con energía para eliminar el moho y la suciedad incrustada, si es necesario o en las zonas más dañadas, repite hasta que quede perfecto. Para terminar, solo tienes que retirar el producto con una bayeta de microfibra humedecida con agua fría.
Un toque de brillo
Ahora que ya tenemos las juntas de los azulejos blancas, brillantes y luminosas, solo necesitamos un toque de magia en las baldosas para que la estancia luzca como nueva. Y no necesitas más que un sencillo limpiacristales de toda la vida. Este producto dejará los azulejos como espejos y con ello conseguirás un extra de belleza en tu cocina y los baños.
Para lograr este resultado tan espectacular, solo tienes que aplicar el spray con cuidado y frotar suavemente con papel absorbente. Procura no manchar las juntas para no estropear el trabajo, para ello, puedes aplicar el producto sobre el papel en lugar de hacerlo directamente sobre el azulejo. Y listo, con un poco de trabajo y esfuerzo podrás dejar tus azulejos como nuevos.