Para que los gatos no arañen los muebles, existen unos trucos que podemos seguir de forma sencilla. Sin duda, este hecho es algo que lo hacen todos y cada uno de los felinos. Ellos necesitan arañar o rascar ciertas superficies con el din de afilar sus uñas. Por eso, suelen elegir algunas zonas concretas para llevarlo a cabo.
Dichas zonas pueden ser esos sofás nuevos que tienes en el salón o las butacas de la habitación que tienen un tejido especial. Siempre suelen ir a todos los muebles más nuevos, por eso, debemos poner en práctica una serie de trucos para que los gatos no arañen los muebles.
¿Por qué suelen arañar los muebles?
Es una de las preguntas más comunes y es que, en ocasiones hemos pensado que lo hacían por diversión. Pero no, nada más lejos de la realidad, ya que va en su naturaleza. Es su instinto y es un acto que hacen desde siempre. Es una manera de mantener sus garras bien cuidadas, ya que son ese gesto además de protegerse también es una forma de marcar un terreno. Pero además, también es una manera de poder eliminar ciertas cargas o estrés en ellos. Así que como vemos, estamos ante un gesto innato de los felinos.
Limón para que los gatos no arañen los muebles
Uno de los primeros trucos para que los gatos no arañen los muebles es este. En este caso, si estamos ante una superficie lisa como puede ser una mesa o cualquier mueble, entonces tenemos una buena solución para que el gato no ponga sus garras en ellos. Consiste en cortar al medio un limón y pasarlo por dicha superficie. Parece que los gatos y el limón no se llevan del todo bien. No les resulta nada atractivo el olor que desprende, por lo que evitaremos que vaya a rascar a ellos.
Los rascadores
Sin duda, otro de los pasos a tener en cuenta son los clásicos rascadores. Pero hay que tener en cuenta que debemos colocarlos próximos a las zonas donde el felino suele rascar. De este modo no estaremos alterando sus costumbres pero es que además, les dejaremos que rasquen todo lo que quieran en ellos. Es más, hasta les podemos premiar, para que noten que están haciendo lo correcto siempre y cuando sea en los rascadores. Intenta que sea un rascador bastante cómodo para ellos y que no se mueva demasiado.
Cubrir los muebles
Otro de los remedios más comunes es el que nos lleva a cubrir los muebles que adora el gato. Por eso, para el sofá si podemos encontrar alguna cubierta que no le llame mucho la atención. Mientras que para las sillas o demás muebles, sí es que un tanto más complicado. Por eso, durante un par de semanas, intenta cubrirlas con telas o alguna manta que sea vieja. Si con eso solo no sirve, siempre podrás encontrar algún que otro pulverizador en sitios especiales que debido a su olor, el gato rehuya.
De nada sirve regañarlos
Si encuentras a tu gato arañando tu sofá, seguro que tu primera reacción es la de regañarle. Pero sin duda, aunque en ese momento se vaya de allí, volverá. No sirve de mucho el regañarlos porque como bien decimos, es su instinto y volverán a la zona. Por eso, como mejor camino es mantener sus uñas bien cortadas y para ello, puedes hacerlo una vez por semana. Siempre puedes llevarlo al veterinario para asegurarte de que estás haciendo lo correcto, pero olvídate de otras técnicas como la ‘Oniquectomía’. Esta técnica es la amputación de las falanges y garras. Sin duda, nos parece bastante cruel. Por lo que debemos dejar que la naturaleza del gato siga su camino, enseñándole o comprando rascadores y cubriendo los muebles para ayudar.
Ten siempre a mano un pulverizador con agua
Tampoco queremos darles un baño, pero sí que cuando están rascando en un lugar que no deben, puedes elegir el pulverizador con agua. No es necesario que se la eches encima ni tampoco que sea mucha cantidad. Simplemente es el gesto para que ellos entiendan que en esa zona no deben afilar sus garras.