Tratamientos de belleza prohibidos en el verano

Depilación Definitiva

Con la llegada de los primeros calores, las mujeres nos volvemos locas por alcanzar a bajar esos kilos demás ganados durante el invierno y también para hacernos algunos retoques estéticos para acelerar ese proceso.

Es necesario saber que hay varios procedimientos estéticos que es más conveniente realizarlos en el invierno y evitarlos durante los meses de calor. A continuación te diremos cuales son y porqué no debes realizarlos en verano.

Si quieres sacarte un rollito que no sale haciendo dieta y gimnasia, algunas marquitas, o quitarte los pelitos en las zonas más criticas o un escote plano, todos tienen solución, pero la respuesta es que no en todo momento.

Las mujeres queremos llegar al verano espléndidas y convertirnos en modelos para poder ponernos la tan temida bikini. Entonces, recurrimos a cuanto método esté a nuestro alcance: sacamos un turno con el cirujano plástico, nos matamos en el gimnasio, volvemos del supermercado con todas las cremas reafirmantes posibles y cargadas con cualquier frasco o paquete que diga “light”, averiguamos por la depilación definitiva y hasta tratamos de tomar sol por la ventana de la oficina.

Lo que muchas veces no sabemos, es que varios de los tratamientos estéticos, por una razón o por otra, no pueden ni deben hacerse en verano. ¿Por qué es que entonces esperamos siempre hasta último momento? En esta nota te contamos por que y además los tratamientos prohibidos para esta época del año.

Quirófano:
Siempre, por una cuestión u otra, hay algo de nuestro cuerpo que quisiéramos cambiar. Sin embargo, algunos de los tratamientos capaces de cumplir nuestros sueños son intervenciones quirúrgicas (con todos los cuidados y riesgos que eso implica). Y si bien no hay factores que nos impidan realmente hacernos una cirugía en verano, debemos tener en cuenta que no podremos exponernos al sol por un mes. Pues la radiación solar ultravioleta afecta a las cicatrices recientes porque las deja más oscuras y, en el caso de los moretones, puede fijar los pigmentos y producirnos manchas. Es por eso que hay que proteger las suturas y los hematomas de la radiación solar.

Además, el calor hace más lento el proceso de desedematización, esto significa que la zona operada tardará más en desinflamarse.

Con esto podemos deducir que si decidimos operarnos en verano, no podremos pisar la playa  durante los 30 días siguientes, y la misma consecuencia se aplica para las lipoaspiraciones y demás intervenciones quirúrgicas.

No es broma, pues todas las cirugías necesitan de un tiempo de cicatrización y recuperación determinado, y el cirujano es quien debe informarte de los mismos y decir “no” a tus pedidos desesperados si ve que no podrás cumplir con las indicaciones que te da y con los cuidados necesarios. Así que, salvo que prefieras pasarte toda la mitad del verano metida en tu casa mientras el resto disfruta del aire libre, es mejor que dejes la idea del retoque para las estaciones frías.

Láser:
Hay otros tratamientos en los que puedes incursionar sin la necesidad de pasar por el quirófano, la anestesia y todos los nervios que acarrea una operación ¿De qué se trata? Del uso del láser, que revolucionó la medicina estética de la última década.

¿Qué es esto? Un haz de luz especial, de gran intensidad que actúa sólo sobre el área en cuestión, sin provocar daño en las zonas vecinas. Hablar del funcionamiento del láser puede parecer chino básico, pero vamos a tratar de que sea lo más claro posible: el láser trabaja mediante la longitud de onda del color y actúa directamente sobre los pigmentos. Así es como se pueden eliminar  las odiosas arañitas, angiomas, rosácea y várices.

Terminar con todas esas cosas que tanto molestan sería fantástico ¿cierto? Pero hay que tener en cuenta que estos procedimientos no pueden hacerse si ya estamos bronceadas, ya que el láser debe trabajar sobre el color natural de la piel porque la presencia de mucha pigmentación puede provocar la captación de un exceso de energía lumínica (traducción: demasiada luz y muy intensa), y hasta causar pequeñas quemaduras.

El mejor momento usar el láser es cuando existe mayor contraste entre la piel y la zona pigmentada (por arañitas o por lo que fuera) que hay que tratar.
Otro caso es el láser de dióxido de carbono que se utiliza para quitar las arrugas y que, si bien no actúa por contraste, deja la piel enrojecida y puede provocarnos manchas si nos exponemos al sol. Piensa, entonces, que tal vez te convenga postergar hasta el otoño tus planes de sacarte ese defectito…

Depilación definitiva:
¿Qué mujer no ha soñado alguna vez con la depilación definitiva para liberarse de esos vellos esclavizantes? Si te encuentras considerando la posibilidad, lamentablemente tendrás que posponerlo, porque es un tratamiento que sólo se realiza en invierno. Sí o sí.

El proceso de eliminación consiste en un láser que se dirige hacia cada pelo y ataca a la raíz del mismo, sin afectar el tejido que lo rodea porque actúa sobre la melanina, un pigmento oscuro que abunda en el pelo y que existe en menor cantidad en la piel blanca. Es decir, es un procedimiento “por contraste”, y si estamos bronceadas, el láser puede confundir ese pigmento con el del vello y producirnos quemaduras. Y en caso de que fuera verano pero no estuviéramos con color todavía, tampoco se recomienda porque después de cada sesión, la piel queda tan enrojecida que no puedes ni asomarte al sol.

Fuente: e-mujer


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