Si alguna vez has soñado con un tratamiento rejuvenecedor facial que no requiera agujas ni cirugía, te encantará conocer EmFace. Este procedimiento se ha convertido en una de las opciones más innovadoras en el mundo de la estética. Gracias a su avanzada tecnología, permite reducir arrugas, mejorar la tonicidad muscular del rostro y lograr un efecto lifting de manera completamente no invasiva. En este artículo, te explicamos en detalle qué es, cómo funciona, sus ventajas y todo lo que necesitas saber antes de optar por él.
¿Qué es EmFace?
EmFace es un tratamiento revolucionario de rejuvenecimiento facial que combina radiofrecuencia sincronizada y energía electromagnética facial (HIFES) para actuar tanto sobre la piel como sobre los músculos del rostro. Su gran atractivo es que lo hace sin agujas ni procedimientos dolorosos. En tan solo 20 minutos por sesión, este tratamiento tonifica los músculos y estimula la producción de colágeno y elastina, proporcionando una piel más firme y rejuvenecida.
La clave de este procedimiento radica en su acción simultánea sobre dos niveles:
- La piel: Gracias a la radiofrecuencia sincronizada, se estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel.
- Los músculos faciales: La energía electromagnética facial HIFES fortalece y tonifica los músculos esenciales del rostro, elevando sus estructuras y otorgando un efecto lifting natural.
Ventajas de EmFace
EmFace ofrece múltiples beneficios que lo convierten en una alternativa atractiva frente a otros tratamientos estéticos. Algunas de sus principales ventajas son:
- Reducción visible de arrugas: Su tecnología ayuda a suavizar líneas de expresión y arrugas en la frente, mejillas y contorno de la boca.
- Efecto lifting sin cirugía: Al fortalecer los músculos faciales, se logra una sensación de elevación natural sin necesidad de bisturí.
- Aumento del tono muscular: Mejora la firmeza del rostro, proporcionando una apariencia más saludable y joven.
- Tratamiento rápido: Cada sesión dura solo 20 minutos y no requiere tiempo de recuperación.
- Sin agujas ni dolor: A diferencia de otros tratamientos faciales, EmFace no requiere inyecciones ni anestesia.
- Resultados naturales: A diferencia de rellenos o toxina botulínica, el rostro mantiene su expresión sin verse rígido o artificial.
¿Cómo funciona el tratamiento EmFace?
La técnica de EmFace se basa en la combinación de dos energías:
- Radiofrecuencia sincronizada: Eleva la temperatura de la piel a 42 grados centígrados, lo cual estimula la producción de colágeno y elastina.
- Energía electromagnética focalizada de alta intensidad (HIFES): Actúa directamente sobre los músculos faciales, provocando contracciones que refuerzan y reafirman el rostro.
Durante la sesión, se aplican tres electrodos en el rostro: uno en la frente y dos en las mejillas. Además, se coloca un electrodo en la espalda para completar el proceso. Los pacientes suelen notar una ligera sensación de calor y pulsaciones en los músculos, pero sin dolor ni molestias.
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¿Cuántas sesiones se necesitan?
El número de sesiones puede variar según cada persona y las necesidades de su piel. Sin embargo, se recomienda un protocolo de entre 4 y 6 sesiones, realizándose una por semana. Este tratamiento inicial servirá para estimular la regeneración celular y potenciar los efectos rejuvenecedores.
¿Cuánto tiempo duran los resultados?
Los efectos del tratamiento EmFace pueden durar hasta 18 meses. No obstante, para mantener los resultados en el tiempo, se aconsejan sesiones de mantenimiento cada cuatro a seis meses. Gracias a su capacidad de fortalecer las estructuras musculares y estimular la producción de colágeno, sus efectos son acumulativos y con el tiempo pueden volverse aún más notorios.
Si te preguntas sobre otros procedimientos que pueden complementar este tratamiento, descubre más sobre el Indiba Facial, que también busca mejorar la apariencia del rostro.
¿Quiénes pueden beneficiarse de este tratamiento?
EmFace es ideal para personas que desean mejorar la calidad de su piel sin recurrir a procedimientos invasivos. Es especialmente recomendable para:
- Personas entre 30 y 60 años que desean prevenir la flacidez y pérdida de elasticidad facial.
- Pacientes que buscan revitalizar su piel sin inyecciones ni cirugía.
- Quienes desean un tratamiento compatible con otras terapias estéticas como el ácido hialurónico o los hilos tensores.
- Personas que han desarrollado anticuerpos contra toxinas botulínicas y buscan una alternativa efectiva.
¿Qué sensaciones se experimentan durante y después del tratamiento?
Uno de los mayores beneficios de EmFace es su completa comodidad. Durante el procedimiento, los pacientes suelen describir una sensación de ligera vibración en los músculos y un calor agradable en la piel. No hay dolor ni efectos secundarios graves. Tras la sesión, es posible retomar las actividades diarias inmediatamente, sin necesidad de reposo.
EmFace representa una solución innovadora para quienes buscan un efecto lifting sin agujas. Su combinación de tecnologías permite obtener resultados visibles desde las primeras sesiones, al tiempo que respeta la expresión natural del rostro. Con una duración de hasta 18 meses y sin dolor ni complicaciones, se presenta como una alternativa ideal para rejuvenecer la piel sin recurrir a tratamientos invasivos.