
Tipos de bases de maquillaje y su correcta aplicación
Bases fluidas hidratantes
Las bases fluidas hidratantes son una opción ideal para aquellas personas con piel seca, ya que no solo unifican el tono del rostro, sino que también proporcionan hidratación adicional. Este tipo de base suele tener una consistencia ligera y cómoda de llevar, aunque no está diseñada para cubrir imperfecciones importantes como el acné o cicatrices profundas.
Dentro de su fórmula, muchas bases hidratantes incluyen ingredientes como ácido hialurónico y glicerina, que retienen la humedad y ayudan a suavizar la piel. Si buscas un maquillaje con un acabado luminoso y natural, este tipo de base es la elección correcta.
Para potenciar su efecto, puedes combinar este tipo de base con productos que ofrezcan protección solar. Por ejemplo, puedes explorar opciones de bases fluidas con SPF, lo que las convierte en un dos en uno: maquillaje e hidratación con protección contra los rayos UV.
Bases fluidas mate
Las bases fluidas mate son ideales para pieles grasas, ya que ayudan a controlar el exceso de brillo característico de este tipo de cutis. Su fórmula generalmente está diseñada para absorber la grasa y matificar el rostro durante horas.
Entre los ingredientes habituales de estas bases encontramos arcilla blanca o sílice, componentes que reducen el brillo y minimizan la aparición de los poros. Si tienes una piel mixta, puedes aplicarla predominantemente en la zona T (frente, nariz y barbilla), dejando otras áreas con un toque más natural.
Para obtener los mejores resultados, es importante preparar la piel de forma adecuada antes de utilizar este tipo de base. Usa una prebase matificante y sella el maquillaje con polvos compactos. Si buscas más consejos para un maquillaje duradero, consulta nuestra guía de bases duraderas.
Bases mousse
Las bases mousse destacan por su ligereza y textura esponjosa, lo que las convierte en una excelente opción para un maquillaje diario natural. Están diseñadas para uniformar el tono del rostro de forma sutil y ofrecen un acabado mate aterciopelado.
Una de sus ventajas es que son aptas para todo tipo de piel, incluyendo las sensibles, ya que suelen estar formuladas sin ingredientes agresivos. Sin embargo, su nivel de cobertura es medio-bajo, por lo que no son las más indicadas si necesitas cubrir manchas u otras imperfecciones marcadas.
Para un look impecable, puedes combinar esta base con un corrector de alta cobertura en las áreas que necesiten más atención.
Bases compactas
Las bases compactas tienen una consistencia más densa y son muy eficaces para cubrir imperfecciones como manchas, cicatrices o enrojecimientos. Ofrecen una mayor cobertura, lo que las hace ideales para ocasiones en las que se necesita un acabado más trabajado y duradero.
Sin embargo, es crucial aplicar este tipo de base con precaución para evitar acumulaciones que puedan resultar evidentes bajo ciertas luces. Puedes usar una esponja húmeda para difuminarla correctamente y lograr un acabado uniforme.
Si buscas un efecto más luminoso, prueba las versiones satinadas o mezcla la base compacta con un iluminador líquido.
Base compacta en crema
La base compacta en crema combina la cobertura total de una base sólida con la hidratación que necesita la piel seca o madura. Esto la convierte en una excelente alternativa para maquillajes nocturnos o eventos importantes.
Debido a su fórmula rica en aceites, es fundamental evitarla en pieles grasas, ya que podría aumentar el brillo no deseado. Para quienes buscan un maquillaje profesional, esta base se aplica mejor con una brocha plana para lograr una cobertura impecable.
Si quieres realzar aún más este tipo de base, utiliza polvos traslúcidos para fijarla y evitar brillos excesivos.
Base compacta en polvo
Los polvos compactos son el complemento perfecto para bases líquidas o en crema, ya que eliminan brillos y proporcionan un acabado mate natural. También se pueden usar solos para un maquillaje más ligero y rápido.
Es importante elegir el color que más se adapte a tu tono de piel para evitar diferencias notorias entre el rostro y el cuello. Ante dudas, siempre es mejor optar por un tono ligeramente más claro que puede ajustarse con polvos bronceadores.
Explora más opciones para lograr un maquillaje ligero y cómodo.
Base en barra
Las bases en barra son versátiles y muy fáciles de usar, por ello son una opción común para retoques rápidos durante el día. Ofrecen una cobertura modulable y un formato portátil que las hace ideales para llevar en el bolso.
Sin embargo, no son recomendadas para pieles grasas, ya que su textura cremosa puede obstruir los poros y causar brotes. Asegúrate de difuminar bien la base con los dedos o una esponja para evitar un aspecto pesado.
Si buscas una base de barra ideal para eventos o maquillaje profesional, explora productos que ofrezcan una cobertura total y fijación de larga duración.
Aplicación correcta de la base
La aplicación de una base de maquillaje de forma correcta es crucial para obtener un resultado profesional. A continuación, te proporcionamos algunos consejos clave para perfeccionar esta técnica.
Elementos
Es fundamental contar con herramientas adecuadas como una esponja húmeda, una brocha plana o incluso tus propios dedos para difuminar la base de manera uniforme. La elección dependerá del tipo de base y del acabado que desees lograr.
Aplicación
Comienza aplicando pequeños puntos de base en el centro del rostro, concretamente en la frente, nariz y mejillas. Difumina hacia los extremos con movimientos suaves y ascendentes para evitar acumulaciones. No olvides extender la base hacia el cuello para una transición natural.
Para finalizar, sella el maquillaje con polvos compactos o traslúcidos y utiliza un spray fijador para prolongar su duración.
Asegúrate de explorar nuestras recomendaciones sobre organización de maquillaje para mantener tus productos en perfecto estado.