Que no sea fácil no significa que no sea lo más gratificante que puedas hacer en toda tu vida. Pero claro, hay que saber que tener hijos es bastante duro y que la vida cambia para siempre. Ya no podrás ponerte nunca enfermo de verdad porque tendrás a personas dependientes a tu alrededor que demandarán de ti responsabilidades diarias. Tendrás que hacer malabares entre la vida familia, profesional y conyugal… ¡y encontrar tiempo para ti también y para tus amigos!
No importa la edad que tengan tus hijos, la vida es complicada porque a veces sentirás que estás en medio de un caos. En ocasiones, puedes sentir que tú y tu pareja vais por caminos opuestos en cuanto a la crianza de los hijos o si vais por el mismo camino, que estáis en vidas paralelas dentro del mimo hogar. Quizá uno baña a los niños mientras el otro hace la cena y en cuando los niños duermen, dormís vosotros. Los días pasan entre conversaciones interrumpidas y susurros para no despertar a los niños.
Es difícil
El hecho de ser padres puede profundizar vuestro amor, pero también os pondrá a prueba cada día. La falta de sueño, los niños enfermos y el caos general que viene con la gente pequeña lo harán. Como si fuera de la noche a la mañana, tu enfoque cambia de uno a otro cuando se tiene hijos. Los objetivos de la relación de pareja se olvidan en cuanto se piensa en la maternidad o la paternidad.
Esto es algo bastante común puesto que la crianza de los hijos cambia la vida por completo. Es necesario que para que la pareja no sufra demasiado se busquen momentos íntimos, por ejemplo cuando los niños están dormidos. Si intentas salir, ese día tus hijos se pondrán enfermos o no se dormirán a su hora, por lo que llegaréis tarde al restaurante o si lográis salir os llamará la canguro a mitad de la velada para deciros que uno de vuestros hijos a vomitado y se encuentra mal, que tiene fiebre o que llora sin parar porque echa de menos a sus papás.
Si quieres ver una peli con tu pareja cuando los niños están dormidos, es buena idea… ¡pero estaréis tan agotados que a mitad de película os habréis dormido acurrucados en el sofá!
Pensad en vuestras necesidades
En realidad lo que importa es entender que cada familia es un mundo y que no te puedes comparar con nadie. No te compares con otros padres que tienen tiempo para salir de cenas o para tener tiempo íntimo porque tienen unos abuelos maravillosos cerca que se quedan de canguro siempre que lo necesitan. Cada familia es un mundo y solo tienes que pensar en qué os iría bien a vosotros como pareja.
Quizá podéis cenar juntos cuando los niños estén acostados a la luz de las velas, acurrucaros en la cama para haceros un masaje o bañaros juntos en un baño de espuma en el hogar a la luz de las velas cuando los niños al fin, ya duermen. Nadie dijo que para la pareja fuese fácil tener hijos, ¡pero sin duda es algo que no cambiarías de tu vida por nada del mundo!